Cuando hubo que acatar las restricciones de distancia marcadas por la contingencia sanitaria del COVID-19 muchas empresas, sobretodo medianas y pequeñas, tuvieron que enviar a trabajar a casa a su personal súbitamente y sin pensar en los protocolos de ciberseguridad. Cómo hacer conexiones remotas, el tratamiento de información sensible e incluso la descarga de aplicaciones no fueron parte de los protocolos prioritarios al mudarse al home office; sin embargo, ahora a más o menos dos meses de que inició la cuarentena, el volumen de ciberataques a empresas ha incrementado en el país y solo 37% de las firmas mexicanas cuenta con algún protocolo de respuesta ante un incidente como estos.
“Con todo el tema de la pandemia se han abierto nuevos vectores en ciberseguridad (...) las pymes están más vulnerables y la razón es que al mandar a sus empleados a trabajar en casa muchas han optado por tecnología no licenciada si no de software libre y esto aumenta su la exposición al riesgo. Solo 37% de las empresas contaba con planes para actuar contra este tipo de delitos”, dijo Fernando Román, socio de la práctica de ciberseguridad y privacidad de la consultora PWC.