El diseño de estos personajes fue realizado por Shigeru Miyamoto, quien inicialmente tenía pensado que el título fuera protagonizado por los personajes de Popeye el marino, pero la licencia obtenida por Nintendo únicamente podía utilizarse en Japón, por lo que tuvo que crear sus propios personajes.
Para poder programar este juego en el que Jumpman tenía que atravesar cuatro niveles fueron necesarias 20,000 líneas de código.
De acuerdo con el sitio USGamer.net, este título ocupa el décimo puesto de los arcades con más ganancias en la historia. Tan solo en su primer año logró ingresos por 280 millones de dólares y vendió 132,000 gabinetes.
Este juego de rescate se considera diferente a las tendencias de los más famosos de la época que incorporaron disparos espaciales o laberintos. Sin embargo, fue un concepto que se convirtió en un gran éxito junto a Space Invaders y Pacman.
“Antes de Donkey Kong, los juegos habían sido desarrollados por ingenieros y programadores con poca o ninguna consideración por la narrativa o el juego gráfico”, escribió Nick Paumgarten para el New Yorker . Y es que este título de Nintendo fue uno de los primeros en incorporar una narrativa en la historia y diseños diversos en los niveles de juego.