Con este objetivo, y en coyuntura con el décimo aniversario de que la UNESCO nombró a la gastronomía mexicana como patrimonio de la humanidad, Airbnb se alió con el Conservatorio de la Cultura Gastronómica Mexicana (CCGM) de México para crear 10 experiencias gastronómicas tradicionales que los usuarios pueden reservar y tomar desde sus pantallas. De acuerdo con la firma, las opciones son tan típicas como la preparación de tortillas tradicionales de Sinaloa, variedad de ceviches de Guerrero o bien mole oaxaqueño, como el que prepara Carina Santiago, cocinera originaria de Teotitlán del Valle, Oaxaca.
“Ojalá pudieran estar aquí con nosotros para cenar este molito y compartir los fogones con nosotros”, dice Santiago a los participantes de su clase de cocina online a través de Airbnb.
Desde su cocina, que ella llama de humo, Santiago es una de las anfitrionas de este nuevo formato culinario de la tecnológica; si bien Carina y su esposo son dueños del restaurante Tierra Antigua desde hace casi 10 años, y están acostumbrados a recibir turistas que gustan de probar platillos típicos de la región. Esta es la primera vez que comparten sus conocimientos a través de una pantalla.
“Ya ahorita ya le agarré. Al principio no sabía para donde ver”, dice Santiago a la cámara, mientras da la clase desde un espacio en el que se alcanzan a ver anafres, ollas humeantes y coloridos telares tradicionales de la región colgados en la amplia pared.