Para dar más certidumbre a los usuarios, de qué pasa con los datos cuando son escuchados por este tipo de equipos, es que se han implementado funciones como encender o apagar por completo cámara y micrófono en las bocinas inteligentes de Amazon, que integran Alexa, y que incluso los usuarios decidan si quieren que Alexa elimine sus grabaciones, en su totalidad o por temporalidades.
Sin embargo, Hopkins advirtió que esto significa perder funciones de personalización y aprendizaje del gadget, pues ese es el uso que se le da a dichos sets de audios.
“Cuando la gente nos permite usar sus datos es para mejorar el servicio como la precisión de Alexa”, dijo Hopkins.
Pese a que ahora existen opciones para que como usuario puedas configurar el nivel de privacidad de un dispositivo, un reporte de Microsoft, en torno a cómo se sienten los usuarios alrededor de estos asistentes, como Alexa, Google Assistant, Siri y el mismo Cortana, reveló que 52% siente preocupación por su privacidad alrededor de uno de estos equipos; 24% no sabe para que se usan los datos que se recolectan mientras que 36% quisiera que no se recolectaran sus datos en absoluto.
Hopkins cuenta que Alexa solo es capaz de grabar audios cuando ésta se activa con palabras como Echo, Amazon o Alexa y se enciende la luz azul en el dispositivo; de ahí se procesa el requerimiento o comando de estos datos en la nube, la cual también es de Amazon, pues el soporte es de AWS.
La forma más tangible de saber qué pasa con los datos que graba Alexa de ti es la mejora en el servicio y respuestas del asistente, pues a medida que pasa el tiempo y el servicio se nutre de datos que ha sido capaz de reconocer, mejora el lenguaje natural, esto por medio de algoritmos de machine learning.
Actualmente el nivel de reconocimiento de lenguaje en estos equipos (Natural Language Processing NLP) ya es mayor a 95%, y en el caso de Alexa, es lo que hace que pueda accionar a más de 70,000 skills o comandos, según datos de Statista.