Esto porque son parte de NAVE, una iniciativa de Alestra que desde 2016 se ha dedicado a la búsqueda de startups que provean innovación digital para este tipo de empresas, basadas en tecnologías de Inteligencia Artificial, IoT, Big Data, Ciberseguridad, Movilidad y Blockchain.
De los 26 emprendimientos que han participado en este programa desde su inicio han surgido 7 productos que Alestra puede ofrecer a sus clientes y que de otra manera hubieran tenido menos oportunidad de llegar al mercado mexicano.
La quinta generación de startups que participan en este programa empezará el programa a finales de febrero, después de pasar por un proceso de selección que finaliza con la presentación de 10 empresas que tienen ya un producto terminado y que pueda ser adoptado en el mercado mexicano. Los participantes no se limitan geográficamente, por lo que en esta ocasión se presentaron proyectos de Chile, Canadá, Estados Unidos y México.
¿Qué ofrece esta nueva camada de emprendimientos en el área de Inteligencia Artificial?
Soluciones de automatización para el sector financiero que promete generar ahorros del 40% en costos operativos; cobranza de cartera vencida que puede recuperar hasta 135% más que las agencias de cobranza tradicionales; o una plataforma de robótica que ayude a reducir los errores humanos en actividades repetitivas y logran ahorros de tiempo en hasta un 85%, son solo algunos de los ejemplos. También hay proyectos de realidad virtual y ciberseguridad que completan las 10 empresas postulantes, aunque sólo 6 de ellas tendrán su lugar asegurado en Nave.
Keyo es otro de los 7 productos que Alestra ya ofrece a su cartera de clientes, una solución biométrica que busca sustituir llaves, tarjetas de identificación y hasta contraseñas. Tiene la peculiaridad de que no escanea huellas dactilares o el iris, sino que obtiene la información biométrica de la palma de la mano.
Esto otorga dos ventajas, una planeada y otra descubierta gracias a la pandemia: la primera es el grado más avanzado de seguridad y versatilidad, por ejemplo, para escenarios en los que los trabajadores pueden incluso tener las manos sucias, y la segunda es la posibilidad de usar una terminal biométrica sin contacto, lo cual elimina los riesgos de contagio ante el COVID-19.