¿Quién es Max Hodak, el socio de Elon Musk que renunció a Neuralink?

Posteriormente cofundó Neuralink al lado de Elon Musk, quien ha invertido millones de dólares propios en la empresa, así como con más personas en el 2016. Desde sus inicios, la empresa se ha concentrado en el desarrollo de interfaces cerebro-máquina y según el propio Musk, en el futuro esta tecnología se podría usar para permitir que las personas parapléjicas vuelvan a caminar.

Asimismo, el empresario ha dicho que entre otras capacidades potenciales de la tecnología que se investiga en Neuralink es manejar un automóvil de Tesla con el pensamiento, percibir cosas dentro de videojuegos o incluso guardar y reproducir recuerdos.

Incluso ha dicho que estos recursos permitirán que los humanos logren una “simbiosis con la Inteligencia Artificial”. Sin embargo, algunas comunidades médicas y científicas han criticado a Neuralink. Un ejemplo de ello es el MIT Technology Review, el cual llamó a la compañía un “teatro de la neurociencia” después de una demostración de una cerda a la cual se implantó un dispositivo de Neuralink en el cerebro.

Otro de los momentos polémicos en torno a Neuralink fue el video donde aparece un mono con un chip implantado en el cerebro jugando Pong. Sobre esto, Musk aseguró en su cuenta de Twitter que el animal estaba “jugando literalmente al videojuego de forma telepática usando un chip cerebral”.

No obstante, el propio Hodak fue blanco de las críticas después de cuestionar a inicios de abril por qué la ciencia no ha buscado las formas de crear especies por medio de mecanismos genéticos al estilo de Jurassic Park. “Genéticamente no serían auténticos dinosaurios, pero qué importa. Unos 15 años de crianza e ingeniería nos darán exóticas especies inéditas”, escribió en la red social.

Poco tiempo después afirmó que la “desextinción” de las especies podría ser un elemento valioso para incrementar la biodiversidad en el planeta, lo cual interpretó como un elemento de suma relevancia para el momento que vive la naturaleza.

“La biodiversidad (antifragilidad) definitivamente es valiosa; la conservación es importante y tiene sentido. Pero ¿por qué detenerse ahí? ¿Por qué no tratamos de generar una nueva diversidad de forma intencional?”, tuiteó Hodak.

Sin embargo, especialistas criticaron esta postura, pues el hecho de devolver a especies extintas marcaría un problema tanto para ellas, como para sus ecosistemas y las demás especies que viven en ellos.