Para José Antonio Figueroa, propietario de “Jugos Pepe”, un pequeño negocio al lado del Parque España, en la colonia Condesa de Ciudad de México, los pagos con códigos QR se han convertido en aliados para reponerse de los golpes de la pandemia. Sin embargo, uno de los principales retos de esta tecnología es ampliar su alcance a zonas de la periferia.
De acuerdo con Ramiro Nández, senior manager de QR en Mercado Pago, esta herramientas tiene potencial, pues en el país más del 85% de los mexicanos tiene un teléfono celular y nueve de cada 10 dispositivos son smartphones.
No obstante, admite que una de las principales brechas para su implementación es la educación financiera y la confianza del usuarios para adoptar los pagos electrónicos, pues comenta que a la gente le gusta la seguridad que les transmite el efectivo en sus operaciones, pues lo pueden tocar.