Asimismo, se señala que el impuesto se aplicará a las empresas multinacionales con ingresos superiores a los 867 millones de dólares, mientras que las compañías con ganancias inferiores a esa cifra se mantendrán en la tasa del 12.5% que actualmente está en vigor en Irlanda.
Pascal Donohoe, ministro de Finanzas irlandés, dijo que a pesar de esta medida, “Irlanda seguirá siendo competitiva en el futuro y seguiremos siendo una ubicación atractiva y -la mejor en su clase- cuando las multinacionales busquen ubicaciones de inversión”.
También resaltó que las empresas multinacionales de tecnología son uno de los respaldos más relevantes de su economía, pues ofrecen empleos de alto valor y este asunto no marcará una división en su relación, ya que “Irlanda proporciona una plataforma estable y un historial de éxito comprobado para las empresas multinacionales que eligen invertir aquí”.
Estas declaraciones marcan un cambio de postura por parte del ministro, pues tan sólo unos meses atrás era uno de los principales obstáculos para que esta propuesta internacional pasara. Incluso en mayo dijo que la tasa irlandesa se mantendría durante los próximos cinco o 10 años.