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Reseña: la Wacom One se adapta a la nueva normalidad

Las tabletas enfocadas en creatividad han sido de gran apoyo no sólo para profesionales creativos, sino también para académicos.
vie 22 octubre 2021 10:00 AM
reseña wacom one
La búsqueda por generar dinámicas más didácticas ha generado otros usos de este gadget.

Cuando uno piensa en tabletas Wacom, la mayoría visualiza un rectángulo de plástico que se conecta a la computadora para usar una pluma de plástico sobre ella, y que normalmente utilizan los diseñadores o dibujantes profesionales. La Wacom One es en realidad una pantalla interactiva de 13.3 pulgadas, que si bien está pensada para diseño o dibujo con su pluma incluida, puede ser también aprovechada en los escenarios laborales o académicos que nos ha dejado la pandemia.

La Wacom One no es una tableta que pueda ser usada de manera independiente, pues tiene que estar conectada a una computadora (o a un smartphone Android) por lo que es mejor pensar en términos de una segunda pantalla con una pluma interactiva. No es una pantalla táctil, lo cual permite reposar la mano sobre ella al usar la pluma, sin temor a activar algo sin querer; ofrece una resolución Full HD que hace que se vea muy bien.

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Aunque funciona perfectamente para hacer ilustraciones o ediciones de gráficos en las que una pluma es mucho más precisa y fácil de usar que un mouse, esta reseña no está enfocada en el aspecto de diseño gráfico, sino en las posibilidades de la Wacom One como segunda pantalla para trabajar o para tomar clases. El software que Wacom ofrece con esta tableta incluye programas de diseño, pero también programas para tomar notas, acceder a pizarrones electrónicos educativos, participar en aulas en línea o plataformas de colaboración en equipo.

La caja de la Wacom One incluye, además de la pantalla y su pluma interactiva, un cable múltiple y el adaptador de corriente. A la pluma, que no requiere batería, se le pueden cambiar las puntas cuando se hayan desgastado, y se incluyen algunas de repuesto. El cable tiene 4 puntas: dos de ellas van a la computadora (HDMI y USB) y las otras dos son para la energía -al adaptador de corriente o a una powerbank, por ejemplo- y para la pantalla.

Es importante aclarar que aunque este cable funciona con la mayoría de las laptops, pues es común que tengan puertos HDMI y USB, en el caso de las computadoras de escritorio no es común encontrar dos o más puertos de salida de video, por lo que hay que planear bien este aspecto si la queremos usar como pantalla extra.

En mi caso, mi tarjeta de video tenía conectores extra (VGA y DVI) que usé para lograr hacer la conexión y aprovechar la Wacom One como segundo monitor. Lo probé también sin más trámite en un par de laptops, sin problema, y en un smartphone Huawei con Android, con la ayuda de un adaptador USB-C que proporcionó los conectores HDMI y USB necesarios. Wacom indica que también se puede conectar a las portátiles Chromebook.

Entonces, una vez conectada, ¿qué más podemos hacer además de dibujar? El escenario más simple, pero muy útil, es usar la Wacom One como pantalla complementaria al momento de asistir a una junta o webinar o clase en línea, con la presentación de video en la pantalla principal, y un software para tomar notas en la tableta. Las notas pueden ser a mano, usando la pluma interactiva, o con el teclado normal. Al tener un escritorio extendido, con resolución Full HD, la Wacom One puede desplegar varios programas, aún tratándose de una pantalla de 13 pulgadas. La pluma funciona además como mouse, y tiene un botón que se puede programar para que funcione como doble click, o una combinación específica de teclas al presionarlo.

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El software proporcionado por Wacom incluye Bamboo Paper, para crear cuadernos virtuales que contengan anotaciones a mano, diagramas, e ilustraciones, pero también existen otros programas para sacarle provecho a esta configuración, como OneNote de Microsoft, o Penbook, disponible por 350 pesos para Windows.

Sin embargo, ninguno de ellos tiene la funcionalidad de convertir lo manuscrito a texto, sino hay que usar la función del sistema operativo para lograrlo, cosa que en Windows es muy engorroso.

Otras ofertas de Wacom para probar esta tableta en un escenario educativo incluyen acceso a plataformas como Explain Everything, Pear Deck o Limnu, que son basadas en la nube o para equipos colaborativos, puede ser Collaboard, también en la nube. En realidad, cualquier plataforma o software que permita anotaciones puede ser aprovechada para usar la pluma en la Wacom One, ya sea a través de Zoom o Meet, o en programas de Office como Powerpoint o Word.

Para conectar un smartphone con Android a la Wacom One es necesario usar, como mencioné anteriormente, un adaptador, pero además, sólo funciona oficialmente con ciertos modelos de las marcas Huawei y Samsung, pues ellas tienen modelos con la funcionalidad de extenderse a un escritorio virtual, como la serie Mate de Huawei y la serie Note de Samsung, que aprovecha Wacom para lograrlo. Las pruebas en este caso fueron con un Huawei Mate, y las aplicaciones -de Android, por supuesto- corrieron sin problema alguno, a pantalla completa, usando la pluma para la interacción en la tableta.

La Wacom One es ligera y sólida en su construcción, la pantalla no tiene aspecto frágil y logra verse bien, aunque se nota una especie de capa opaca, parte de la tecnología que requiere para funcionar. No le quita el brillo a los colores, pero sí se nota cuando se usa. Se puede usar sobre una mano o apoyada en una superficie plana, aunque para evitar tropezar el cable, que se conecta en la parte superior de la pantalla, es mejor colocarla en una mesa o escritorio, y usar el par de patas retráctiles que tiene en la parte trasera para que quede inclinada. La pluma es sensible a la presión, por lo que al usarse puedes lograr escribir con letras delgadas o con trazos gruesos de manera sencilla.

La Wacom One no es una solución a la necesidad de algunas familias para tener múltiples dispositivos para cada integrante, pues no es una tableta independiente, además que cuesta lo mismo que dos tabletas Android básicas, pero complementa muy bien una computadora actual en los escenarios post-pandemia, maximizando el espacio en tu pantalla principal, y teniendo interactividad cómoda y sencilla en una segunda pantalla con la tableta. El precio aproximado en México es de 10,000 pesos.

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