Las dinámicas de trabajo remoto generaron nuevos procesos de validación en las empresas para que los empleados pudieran acceder a sus entornos de trabajo. De esta manera, la identidad digital cobró mayor relevancia, lo cual acrecentó la preocupación por que las compañías tuvieran los mecanismos para proteger su información.
Si bien la identidad digital puede ser entendida como las acciones que definen a los usuarios en internet, como las fotos que publican, los comentarios que hacen en redes sociales o las compras online que hacen, en el entorno empresarial este concepto también se puede relacionar con datos biométricos.
Esa información, explica Ricardo Torices, director de productos biométricos de Dicio, es utilizada para llevar a cabo procesos de validación de identidad, lo cual da certeza a las organizaciones de que no están sufriendo un fraude o un ciberataque, pues la biometría, sean huellas o rostro, suelen estar ligados a otro tipo de información que permite el acceso remoto y seguro a las empresas.