Por ejemplo, en el sector salud se aprovecha la Inteligencia Artificial para generar análisis predictivos en tiempo real y así reducir las readmisiones hospitalarias, lo que permite a los sistemas de salud ahorrar dinero, tiempo y recursos permitiendo una gestión más eficiente para la atención a pacientes y para mejorar la calidad del servicio con tratamientos personalizados.
En la agricultura se usan drones, sensores eléctricos, visuales, olfativos y biológicos para realizar un análisis completo de la cantidad de gotas de agua y fertilizante que requieren cosechas de cientos de hectáreas.
Pero, el uso de Inteligencia Artificial en el sector educativo sin duda es un tópico aún muy poco abordado y la pregunta que surge invariablemente es ¿cómo puede ayudar en el proceso de educación de cualquier estudiante e institución educativa?
Para responder esta pregunta es importante señalar que la Inteligencia Artificial está asociada al modo de simular las capacidades de la inteligencia del cerebro humano, es decir que, pensar en Inteligencia Artificial es también pensar en aprovechar la data que nos permite interactuar y aprender constantemente, por ello su contribución al sector educativo puede ser enorme.
En este sentido, la tecnología lo ha revolucionado todo: el cómo vivimos, jugamos, aprendemos, trabajamos, nos comunicamos y socializamos. Pero este mismo impacto no se ha logrado en el sector de educación, sobre todo en México y en Latinoamérica. Por decirlo así, es la tarea pendiente para las nuevas generaciones de centennialls y alfa.
Se ha observado que la actual pandemia provocó y obligó a realizar cambios educativos sustanciales para asegurar la continuidad del aprendizaje y las clases para los estudiantes, adaptaciones que pocas instituciones educativas han adoptado.
Son pocos todavía los actores y encargados de la toma de decisiones en el sector educativo que conocen las posibilidades reales y el potencial que tiene el aplicar Inteligencia Artificial en la educación, un elemento clave para el nuevo modelo educativo, sobre todo en la nueva realidad que estamos viviendo y a la que nos estamos aun adaptando.
Por ejemplo, la Inteligencia Artificial puede funcionar como un auxiliar pedagógico perfecto para agilizar la atención de los profesores hacia los estudiantes en todo momento; un colega que ayuda a responder las preguntas de sus estudiantes, un profesor adjunto que ayuda a retroalimentar a quienes no pudieron conectarse a una clase a la hora asignada.