Reseña: Echo Buds segunda generación, los audífonos para fans de Alexa

Mi primera impresión al sacarlos de su empaque para usarlos es que estos son “Alexa First”, pues no funcionan hasta que los emparejas con un teléfono que tenga la app de Alexa. Es decir, existen varios audífonos que dan acceso a los asistentes digitales (Alexa, Google Assistant, Siri) pero puedes usarlos antes de configurar esa opción. Los Echo Buds 2 no hacen nada hasta que identifican la app.

Una vez logrado, las indicaciones de voz hacen sencillo el proceso de configuración, que toma menos de un minuto. Mis Echo Buds fueron configurados y usados inicialmente en un iPhone, pero posteriormente también fueron usados con dispositivos Android. Para emparejarlos con ellos, se usa el botón que está en la parte posterior del estuche de carga. Este estuche, por cierto, se carga con un cable USB-C incluido, o de manera inalámbrica colocándolo en un cargador compatible con el protocolo Qi, y tiene luces LED que indican el estado de la batería (verde, rojo y amarillo) para cada audífono y para el propio estuche.

En ambos casos, una hora de carga es capaz de llenar por completo la batería de los audífonos, y en 20% el estuche. Dos horas de carga serán suficientes para que todos los niveles estén al cien por ciento.

Amazon promete nominalmente 15 horas de uso en tres partes, pero en mi caso fueron 12 horas, usando siempre la cancelación activa de ruido. Cada carga duró aproximadamente cuatro horas, antes de tener que volverlos a cargar en el estuche. Le puedes pedir a Alexa que te indique el nivel de batería de cada elemento, pero de cualquier manera, te da dos indicaciones antes de que se les acabe por completo la batería, una al 10% y otra minutos antes de morir, todo esto por voz.

Además del estuche y el cable de carga, la caja de los Echo Buds incluye adaptadores para los oídos de diferentes tamaños, y aletas para mejorar el agarre. Cada audífono tiene una letra que lo identifica (L para el izquierdo y R para el derecho) pero es más fácil ver el logo de Amazon que está impreso en cada uno, de un color discreto, para saber cómo colocarlos, pues estando en la posición correcta (como si fuera una sonrisa) significa que están en la oreja que le corresponde.

Durante los primeros días de uso no me fue necesario cambiar los adaptadores o ponerle aletas, pero posteriormente las agregué, lo cual mejoró el agarre, pero sobre todo, sellaron mejor, y eso benefició los bajos. Al colocar las aletas hay que tener cuidado de no cubrir los sensores, y si se ha hecho bien, los audífonos caben sin problema en el estuche. Aunque los Echo Bud están certificados como IPX4, el estuche no lo está, por lo cual hay que mantenerlo alejado de líquidos.

Usar los Echo Buds es una delicia para quienes gustan de interactuar con Alexa, pues la mayoría de las funciones están disponibles con comandos de voz, pero también son accesibles con los controles táctiles en el área exterior de cada audífono, donde está situado el logo.

Acepta toque sencillo, doble, triple y “largo” para funciones como detener, regresar o avanzar la música, tomar una llamada o terminarla, y activar o desactivar el modo ambiente, pero los comandos de voz permiten además de todo lo anterior, controlar el volumen, iniciar llamadas, saber el nivel de la batería y silenciar los micrófonos, por ejemplo.

Además de los controles táctiles, los Echo Buds tienen sensores que detectan si te quitas uno, por ejemplo, para detener el audio. De ahí en fuera, Alexa puede hacer todo lo que normalmente hace, desde contestar tus preguntas y usar las skills que tienes activadas en tu cuenta, hasta interactuar con los otros dispositivos que normalmente controlas con este asistente: en mi caso, las luces de mi recámara, una Roomba, las bocinas Sonos y un par de smart plugs.

Me parece importante señalar que Alexa está en el teléfono, no en los audífonos, pues si los usas conectados a un dispositivo que no tiene la app de Alexa instalada, el asistente te indicará que no puede procesar los comandos de voz. La app de Alexa es obligatoria, además de la configuración inicial, para obtener acceso a los otros asistentes (Siri y Google Assistant), para activar la función de encontrar los audífonos, silenciar los micrófonos y usar el ecualizador.

Si lo que más escuchas es música, seguro querrás usar el ecualizador. A pesar de que las bocinas proporcionan audio de muy buena calidad, los bajos no se notan mucho sin el ecualizador, o si no están bien sellados los Echo Buds con el adaptador o la aleta correcta. Una vez corregido eso, el audio suena muy bien, completo y rico, y aunque la cancelación activa del ruido no crea un silencio absoluto, funciona muy bien.

En un avión, por ejemplo, antes de poner la música aún se escuchaba el motor, pero con música ya se escondía totalmente. En la calle o en interiores los ruidos ambientales son filtrados casi en su totalidad, aunque el modo ambiente activa los micrófonos para cuando es necesario estar atento a los alrededores.

Los micrófonos también funcionan muy bien para las llamadas, que hice sin notar problema alguno. Para terminar el aspecto del audio, probé música en diferentes servicios de streaming, con calidad muy buena. Aunque las conexiones Bluetooth no están hechas para audio de alta resolución, los Echo Buds sí aceptaron audio espacial y Dolby Atmos.

Los Echo Buds son unos audífonos con funciones premium que pueden competir con otras marcas de gama alta y salir bien librados. Considerando su precio, pero sobre todo su integración con Alexa, no hay duda que quien sea fan del asistente digital de Amazon los disfrutará mucho y bien. Su precio en México es de $2,900 MXN, con estuche de carga alámbrica, y de $3,300 MXN con estuche de carga inalámbrica.