Tanto esfuerzo para poquito pago
“Una vez me pidieron tres garrafones de 10 litros (...) en ese tiempo empecé a conocer a la persona que me orientaba como que a terminar los pedidos (...) él me dice: “Mándales mensaje, que no hay garrafones y mándale foto, pero solamente al de cinco litros”. Me dice: “Tráeme dos”, la persona. Y yo así. Y luego todavía: “Un Cloralex de 10 litros”, menciona Brenda, uno de los testimonios del informe.
En el informe se pueden leer, además, testimonios de las dificultades a las cuales se enfrentan a la hora de recoger o entregar los pedidos. Desde discriminación por parte de los restaurantes, hasta largos protocolos para ingresar a los inmuebles que pueden retrasar sus pedidos una hora.
Esto puede llegar a presentar importantes pérdidas para las personas repartidoras, puesto que algunas aplicaciones como UberEats, en días de mucha demanda, pueden ofrecer 120 pesos adicionales por hacer tres entregas en dos horas.
Por otro lado, el 46% de los encuestados reportó haber realizado fuertes gastos por accidentes y/o enfermedades graves (incluida la COVID-19). En promedio, los gastos ascienden a 6,127 pesos (casi el 70% de la utilidad mensual). Esto se debe a que las empresas no proporcionan seguro de gastos médicos (ni seguro de motocicletas, en caso de ser necesario).
“Si cobraras un impuesto de 3.5% a Uber, podrías pagar el seguro de todos los repartidores durante 5 años”, mencionaron miembros de OXFAM.
Aunque cada empresa se maneja de manera distinta, el informe también reveló que no todas proporcionan herramientas de trabajo a los repartidores, quienes tienen que cubrir los costos y mantenimiento. Por ejemplo, los repartidores de UberEats y Didi tienen que adquirir su mochila, la cual oscila entre los 200 y 800 pesos; mientras que en Rappi se puede reintegrar el valor del 100% de la mochila si se cumplen 50 pedidos en un lapso de 30 días.
Además de estas dificultades laborales, OXFAM destacó que los repartidores tienen que declarar al Servicio de Administración Tributaria (SAT) un impuesto del 8%, lo cual está por encima de sectores económicos como el minero, el farmacéutico y manufacturero.
El panorama general
Según cifras del segundo trimestre de 2020 del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), 12 millones de personas (aproximadamente el 22.6% de la población total del país) forman parte de empleos más flexibles y desregulados de nuevos sectores económicos.
Ser repartidor o repartidora en aplicaciones digitales se ha presentado como un “segundo ingreso” complementario, pero la realidad es que ocho de cada 10 personas repartidoras no cuentan con otro empleo.
En el 2021, el 44% de los encuestados por OXFAM respondió que el principal motivo para ser repartidor de aplicaciones digitales (UberEats, Rappi, Didi, Cornershop y Jüsto) es el desempleo, siendo ésta su única y principal fuente de ingresos.
Por otro lado, un 29% de los encuestados dijo estar motivado por la flexibilidad de horarios. Pero el informe reveló que los repartidores presentan una mediana de seis días y 40 horas de trabajo a la semana, porque “si no se mantienen en línea entre seis y ocho horas al día, no caen los pedidos”. Los testimonios revelan que la herramienta de trabajo es el cuerpo físico y es un empleo de tiempo completo.
El sueldo promedio que generan es de 2,085 pesos por semana. Una persona repartidora puede ganar por pedido 24 pesos en UberEats y 34 pesos en Rappi, y comúnmente generan cerca de 40 pesos por hora. Estos ingresos se encuentran por debajo del salario mínimo promedio en la CDMX.
La doble desigualdad: mujeres repartidoras
El informe de OXFAM también revela que dos de cada 10 personas repartidoras son mujeres y dedican el doble de horas a trabajos no remunerados.
Por otro lado, el acoso se presentó como una importante dificultad a las cuales se enfrentan. Desde el acoso en los propios restaurantes, hasta hombres que reciben sus pedidos desnudos y las invitan a pasar, han hecho que el gas pimienta o pedir acompañamiento para hacer los pedidos sean algunas de las estrategias que muchas mujeres repartidoras tienen que implementar.