En América Latina se concentró entre el 7 y 10% de la actividad ilícita relacionada con criptomonedas en 2021, y si bien es un número relativamente bajo, Dan Cartolin, ejecutivo de cuentas para América del Norte y Latinoamérica de Chainalysis, apunta que la región tendrá el reto de mantener estos números en ese rango a medida que la adopción de la tecnología aumenta.
Alrededor del mundo los delitos basados en criptomonedas alcanzaron un máximo histórico en 2021, pues las direcciones ilícitas recibieron 14,000 millones de dólares a lo largo del año, en comparación con los 7,800 millones de dólares identificados durante el 2020. A pesar de ello, la actividad delictiva representa menos del 1% de las operaciones totales.
Una de las actividades ilegales más recurrentes fue el blanqueamiento de criptodivisas y en ese sentido se lavaron 8,600 millones de dólares el año pasado, es decir, un 30% más que en 2020, de acuerdo con un reporte global de la misma plataforma de análisis de datos de blockchain.