Dinamarca registró niveles similares de confianza en Dr. Google: 75%. En España, en 2011, solo el 38% de los adultos afirmaba buscar información médica en línea, pero ha habido un gran aumento, con un 69% que ahora dice que recurre a Google para obtener consejos de salud. También se registró mayor confianza en Irlanda. En Alemania, sin embargo, la dependencia de Internet para estos temas experimentó una disminución entre 2011 y 2021, del 54 al 45%.
Pero, ¿qué tan peligroso es el uso de esta información?
Una encuesta de JAMA Network de 2021 de 5,000 participantes encontró que casi dos tercios de los adultos estadounidenses se conectan en línea para buscar información de salud para ellos mismos o para otros, lo que además devino en más automedicación.
Además, examinar este tipo de información sin tener apoyo de un especialista puede contribuir a un caso grave de cibercondría, una temor irracional sobre los síntomas comunes en aquellos pacientes que no tienen una enfermedad grave. Por ello es importante que los usuarios tengan alfabetización en salud electrónica.
Esto incluye ser capaz de eliminar información errónea o mal presentada y, según el Journal of Medical Internet Research (JMIR), para lograr esta evangelización se requiere de seis habilidades básicas:
Literatura saludable:
Identifica que las fuentes consultadas sean de comunidades científicas.
Alfabetización tradicional:
es decir, la capacidad de leer, comprender textos, hablar y escribir un idioma de manera coherente. Esto se resume en comprender la información que existe en la red en otros idiomas.
Alfabetización informacional:
Se trata de la capacidad de comprender cómo se organiza el conocimiento y localizar, evaluar y utilizar la información de manera efectiva.
Alfabetización científica
:
Poseer el conocimiento y la comprensión de conceptos y procesos científicos para poder comprender, razonar e interpretar datos científicos.
Alfabetización mediática:
Capacidad de acceder y pensar críticamente sobre el contenido de los medios.
Alfabetización informática:
Saber si existe alguna vulneración en el contenido que estás leyendo, como urls reportadas.
Algunos sitios permiten que evalúes tus síntomas a través de encuestas, pero éstos no sustituyen a ningún especialista médico. Un estudio de 2015 en el British Medical Journal, que auditó 23 programas diferentes de verificación de síntomas, descubrió que eran mejores que las búsquedas generales en Internet, o sea en aquellas que sólo se busca la relación de síntomas pero no se hace un diagnóstico con software.
Aunque los algoritmos diagnosticaron varias veces de manera correcta, en sólo el 34% de los casos el diagnóstico correcto se incluyó entre los tres diagnósticos principales, sin embargo el 51% de los casos se obtuvo un diagnóstico preciso dentro de las primeras 20 opciones o posibles enfermedades.
Por lo que la JMIR recomienda que los usuarios no se fíen al 100% de este tipo de publicaciones y consulten a especialistas en el tema.