¿Qué plantea la DMA?
Esta legislación busca tratar “las consecuencias negativas derivadas del comportamiento de determinadas plataformas que actúan como ‘guardianes de acceso’ en el mercado”, según el documento, y está dirigida a las Big Tech, pues considera que estas empresas “tienen el poder de actuar como creadores de normas privadas y de hacer las veces de cuellos de botella entre las empresas y los consumidores”.
Las medidas, de acuerdo con lo recabado por medios europeos, se aplicará sólo a los principales proveedores de servicios propensos a prácticas desleales, entre ellos motores de búsqueda, redes sociales o servicios de intermediación en línea que puedan ser considerados guardianes de acceso.
Prohibirá prácticas desleales como impedir que las personas desinstalen programas o apps preinstaladas; también solicitará la adopción de medidas de forma proactiva para permitir que los programas de terceros funcionen e interactúen con sus servicios.
Otro punto es que se les restringirá es combinar los datos personales que adquieren de los usuarios a través de los múltiples servicios que ofrecen y no podrán cruzar información sin consentimiento de los mismos. Respecto a los menores de edad, no permitirán que las empresas dirijan anuncios a este sector.
También pretenden restringir las fusiones “por un periodo limitado” en caso de que las empresas violen las propuestas diseñadas para evitar lo que la UE llama “adquisiciones asesinas”, donde las empresas compran a un rival antes de que se conviertan en una amenaza para la gran compañía.
En caso de que las empresas incumplan las medidas, podrán ser acreedoras de multas de hasta el 10% su volumen de negocios a nivel mundial, mientras que si se trata de infractores recurrentes, la legislación le podría obligar a generar cambios estructurales para garantizar el cumplimiento de la ley.