Sharenting
: un problema de seguridad
Uno de los principales problemas que genera el sharenting es que se revela información personal de los menores que puede representar un riesgo a su seguridad. La publicación de sus imágenes en internet se puede convertir en una puerta para los fraudes, suplantación de identidad y hasta robo de datos.
“Se están dando casos de fotografías que se toman de niños para manipular su imagen, sustituir su cara para ponerla en el cuerpo de otra persona desnuda, pornografia simulada o acoso”, comenta Lázaro. Añade que este tema es especialmente significativo con influencers que integran a sus hijos como parte de su actividad promocional.
Ante esto, no hay que olvidar que México ocupa el primer lugar en difusión de pornografia infantil en el mundo, convirtiéndose en el negocio ilícito con mayores ganancias por encima del tráfico de drogas y armas. Por esto, el llegar a compartir imágenes irreflexivamente, como las vacaciones en la playa o el bebé en pañales, no es lo mejor para los menores.
Por otro lado, otra de las repercusiones que hay en los menores es que los padres crean una huella digital sin considerar que a los hijos les va a tocar esa gestión en un futuro. Esto puede traer repercusiones como ciberacoso, bullying u otros problemas psicológicos y emocionales cuando lleguen a la adolescencia o edad adulta.
“Les estamos impidiendo a ellos gestionar su huella digital y por otro lado estamos dando un mal ejemplo por no respetar el derecho a la intimidad”, comenta Lázaro. Explica que, si desde pequeños los mismos padres no respetan la intimidad y privacidad de sus hijos, es más difícil en un futuro pedirles que lo hagan.
Consejos para proteger a los menores en redes sociales
Esto no significa que ya no se deban publicar fotografías de los hijos en redes sociales, sino tener presente que lo que se publica quedará en la web por siempre. Es importante pensarla como una publicación a largo plazo. Si la imagen puede llegar a perjudicar o condicionar en el futuro, lo recomendable es no subir el contenido.
A veces, momentos lúdicos, felices o “inocentes”, como el estar en la playa, pueden ser algo que queremos compartir en redes. Lázaro recomienda que fotografías de niños en traje de baño, con poca ropa, o imágenes habituales que “pueden parecer graciosas como el niño en la bañera, en el orinar o que se ha caído y tropezado”, son imágenes que no se deben de compartir, puesto que son las más susceptibles a ser manipuladas o avergonzar a la persona en un futuro.
Otra manera que ha generado tendencia últimamente es poner un emoji encima de la fotografía o blurrear la cara del menor. Personalidades como Gigi Hadid, Blake Lively y Kristen Bell comienzan a hacerlo.
Por último, pero no menos importante, preguntar a los hijos si permiten a sus padres que compartan sus fotografías. “Si nosotros nos acostumbramos a preguntarles, va a llegar un momento en el que nos van a decir que no y eso se tiene que respetar”, comenta Lázaro.