¿Quién es Javier Olivan?
De un pueblo de 9,000 habitantes salió Olivan que, de acuerdo con una entrevista con El País , no solo será la nueva mano derecha de Zuckerberg, sino que también lo lleva a surfear por las olas de California, pues es una de sus grandes aficiones.
Olivan es un aragonés de 44 años nacido en Sabiñánigo, municipio de la provincia de Huesca. Estudió Ingeniería Automática y Electrónica Industrial en la Universidad de Navarra y un máster en administración de empresas en Stanford.
Su formación en esta última lo marcó de por vida. Incluso, una de sus frases favoritas se la dijo un profesor: “No corriendo un riesgo estás corriendo un riesgo más grande”.
Llegó a Facebook en 2007, cuando la red social contaba con 40 millones de usuarios. Durante los primeros cuatro años, fue el jefe de crecimiento internacional, donde una de sus principales misiones fue llevar la red social fuera de Estados Unidos.
Esto lo llevó, en 2011, a escalar al puesto de vicepresidente de crecimiento, donde se mantuvo hasta 2018. Oliván ha sido una pieza relevante para la expansión global de la plataforma, pues ahora cuenta con 1,960 millones de usuarios, según su último reporte financiero.
“Estoy encantado de asumir este nuevo reto como director de operaciones. Como dijo Mark, no se puede reemplazar a alguien como Sheryl; así que, aunque tendré el mismo título, será un papel diferente”, escribió Oliván en su perfil de Facebook.
Además de Meta, Oliván también trabajó en Siemens, donde fue jefe de producto, así como ingeniero en investigación y desarrollo. También formó parte de NTT Data, una empresa japonesa especializada en servicios digitales.
Es padre de dos hijos, casado con una alemana a la cual conoció cuando era estudiante en Munich y fue ahí mismo donde celebraron su boda. Habla cinco idiomas: inglés, francés, alemán, japonés y español y, además del surf, también es amante del café.
Algo que lo caracteriza es que no le gusta la atención e, incluso, busca no tener mucha exposición y mantener un perfil bajo. Su cuenta en Instagram es privada y solo tiene 17 seguidores, aunque sigue a 230.
Este nuevo cargo no solo lo posiciona como la mano derecha de Zuckerberg, pues también lo convierte en el número dos de la multinacional dueña también de WhatsApp e Instagram, que el año pasado facturó más de 101,000 millones de dólares y acumula una influencia social y política casi imposible de medir.
Con información de TechCrunch y El País