Según los informes, hay una serie de acciones que Twitter podría llevar a cabo si desea perder la etiqueta de alto riesgo, entre las que destacan contratar a nuevos ejecutivos en materia de seguridad, privacidad y confianza.
Asimismo, se menciona que debe haber un “establecimiento de controles y balances internos”, transparencia respecto a los planes que afectarán la seguridad del usuario o de las marcas, incluidos los cambios en las pautas de la comunidad y hacer un compromiso con la moderación de contenido y su capacidad de hacer cumplir las reglas de la plataforma.
Las solicitudes no son sorprendentes, sin embargo, son demasiado relevantes para las marcas, las cuales no desean anunciarse dentro de una plataforma donde existe la posibilidad de aparecer al lado de discursos de odio, teorías de conspiración o bien mensajes de cuentas falsas.
“Twitter es parte del momento cultural, pero no tiene un buen producto de respuesta directa, por lo que el gasto allí es bastante nebuloso o simplemente no es bueno”, dijo un director de medios de uno de los anunciantes que dejó de pagar publicidad en la red social bajo la condición de anonimato al medio estadounidense.