El motor de búsqueda tradicional de Google seguiría siendo gratuito, mientras que los anuncios continuarían apareciendo junto con los resultados de la búsqueda incluso para los suscriptores.
Pero el cobro representaría la primera vez que Google, que durante muchos años ofreció servicios gratuitos para el consumidor financiados íntegramente por publicidad, hace que las personas paguen por mejoras en su producto central de búsqueda.
Aunque los ingenieros están desarrollando la tecnología necesaria para implementar el servicio, aún no han tomado una decisión final sobre si deben lanzarlo o cuándo hacerlo.
El año pasado, Google reportó 175,000 mdd en ingresos por búsqueda y anuncios, más de la mitad de sus ventas totales, lo que plantea un dilema para la empresa sobre cómo abrazar las últimas innovaciones en IA mientras preserva su mayor impulsor de ganancias.
"Durante años, hemos estado reinventando la búsqueda para ayudar a las personas a acceder a la información de la manera que les resulte más natural", dijo Google al Financial Times. "Con nuestros experimentos de IA generativa en Búsqueda, ya hemos servido miles de millones de consultas, y estamos viendo un crecimiento positivo en las consultas de búsqueda en todos nuestros principales mercados. Continuamos mejorando rápidamente el producto para satisfacer las nuevas necesidades de los usuarios".
Los riesgos de cobrar por la IA
Aunque muchos programas de IA cuentan con opciones gratuitas y otras de pago, como el caso de ChatGPT o Dall-e, las empresas también están buscando hacer de esto un modelo lucrativo.
Algunos analistas han advertido que el negocio publicitario de Google podría verse afectado si su motor de búsqueda proporcionara respuestas generadas por IA más completas que ya no requirieran que los usuarios hicieran clic en los sitios web de sus anunciantes.
Además, muchos editores en línea que dependen de Google para el tráfico en internet temen que menos usuarios visiten sus sitios si la búsqueda impulsada por IA de Google extrae información de sus páginas web y se la presenta directamente a los usuarios.
Google dijo al Financial Times que la compañía no está trabajando o considerando una experiencia de búsqueda sin publicidad, pero que "continuará construyendo nuevas capacidades y servicios premium para mejorar nuestras ofertas de suscripción en Google".
Otro de los riesgos fundamentales es el acceso a esta nueva tecnología, que promete ser democrática. Si se introducen características de IA únicamente detrás de un muro de pago, podría limitar el acceso a la información y a funcionalidades avanzadas, aumentando la brecha digital y limitando el principio de acceso abierto y equitativo a la información en línea.
Por otro lado, las empresas que dominan el mercado de la IA podrían ejercer un control desproporcionado sobre el acceso a tecnologías clave. Esto podría llevar a una mayor concentración de poder en manos de unas pocas empresas tecnológicas y limitar la competencia y la innovación en el sector.