La industria tecnológica está en una crisis de talento. Los trabajadores con habilidades en ciencia, ingeniería, tecnología y matemáticas (STEM) son cada vez más difíciles de encontrar, afirma el Foro Económico Mundial. Sin embargo, para José Antonio Peña Merino, representante del gobierno electo de la presidenta virtual Claudia Sheinbaum, el tema está mal enfocado en México, pues si bien hay talento, no cuenta con las mejores condiciones para insertarlo en el campo laboral.
El talento en tecnología no es escaso, pero está mal administrado
De acuerdo con datos proporcionados por Merino durante el foro GSMA M360 LATAM, en el país se producen más de 140,000 egresados de carreras STEM, de los cuales 80,000 son ingenieros, algo que contrasta con el argumento de que las empresas no encuentran talento capacitado para cubrir sus vacantes.
En este sentido, el funcionario resaltó tres hipótesis que explican el problema. Una es que hay una brecha regional entre dónde egresan las personas y dónde se encuentran las empresas que requieren ese talento. La segunda es que existe un segmento laboral segmentado.
Desde su perspectiva, el mejor talento es aquel que egresa del sistema de tecnológicos, sin embargo, este estrato no obtiene las mismas oportunidades para ingresar a trabajar a una empresa del sector privado.
Y por último, afirmó, es la brecha entre lo que aprenden los estudiantes en sus ingenierías y lo que las empresas están demandando. “Hay una serie de habilidades que necesariamente no adquirieron en la escuela, pero son esenciales para cumplir un rol que la compañía busca y eso se resolvería con un sistema de certificaciones”, declaró.
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Acerca de este último aspecto, Merino mencionó la necesidad de un modelo de certificaciones que involucre a las empresas para entender las habilidades que requieren, pero también que integre al sector educativo para atender la demanda de capacidades desde la formación.
Gabriel Székely, director general de la Agencia Nacional de Telecomunicaciones (Anatel), estuvo de acuerdo en la necesidad de un modelo de este tipo, pero que no sólo tome en cuenta a los sectores de la población económicamente activas, sino también dar oportunidades a otros históricamente olvidados, como los adultos mayores.
”¿Adónde van los trabajos para las personas mayores que aún tienen la capacidad, pero que ya no tienen trabajo? ¡A llenar bolsas en el supermercado!”, se queja, pero agrega que a ellos también se les puede capacitar para que sigan aportando valor a la economía digital.
Capacitación es importante, pero no una prioridad
Si bien Merino resaltó los porqués de la desconexión entre la academia y el campo laboral en la industria STEM, también destacó que el asunto de capacitación digital no es una prioridad en el sector.
Desde su perspectiva, primero se debe garantizar el acceso a conectividad, “que cada mexicano y mexicano tenga una alternativa cercana, abierta y libre, es tutelar un derecho constitucional”, afirmó. Asimismo, señaló que los beneficios de esa conectividad ocurran sin importar las preferencias de consumo de los usuarios, es decir, que sea un mecanismo multiplicador de desarrollo y prosperidad.