Reestructuración laboral
En algunas industrias, la IA ha impulsado la reestructuración de las plantillas laborales, sobre todo en sectores con procesos repetitivos. Esto ha generado cláusulas contractuales que permiten ajustes de personal debido a la automatización. Aunque las empresas no siempre han sido transparentes sobre el impacto de la IA en las reducciones de personal, algunas, como Meta, Apple y estudios de videojuegos, han reducido equipos para integrar nuevas tecnologías.
"Las empresas ven a la IA con mucho entusiasmo. Creen que traerá muchos beneficios, como tiempo libre para mejorar la competitividad y el desarrollo profesional. Pero también se enfrentarán a nuevos desafíos", comentó Luciano Idesio, vicepresidente corporativo de Thomson Reuters en América Latina.
Además, algunos contratos laborales ya incluyen cláusulas sobre los derechos de propiedad intelectual relacionados con el uso de IA. Los empleados que trabajan con IA pueden tener que aceptar que los productos o ideas generados por la IA pertenezcan a la empresa.
Otro punto importante sobre las modificaciones contractuales tiene que ver con la privacidad y protección de datos personales. A medida que las empresas integran más sistemas de IA para monitorear y analizar el rendimiento de sus empleados, surgen preocupaciones sobre la cantidad de información personal que estas herramientas recopilan y procesan.
Algunas de las tecnologías de IA utilizadas en las empresas son capaces de capturar grandes volúmenes de datos, desde patrones de comportamiento hasta detalles sobre la salud y el bienestar de los empleados. Esto plantea la necesidad de cláusulas en los contratos laborales que aseguren su protección, estableciendo límites claros sobre cómo se recopilan, utilizan y almacenan, así como los derechos que los empleados tienen sobre ellos.
El Reglamento General de Protección de Datos (GDPR) en Europa, por ejemplo, ha sido clave para establecer normativas que protegen la privacidad de los empleados en entornos donde se utiliza IA. En este sentido, los contratos pueden incluir disposiciones que exigen el consentimiento explícito del trabajador para el uso de herramientas de IA que recojan sus datos, o garantizar que estos solo se utilicen para fines específicos y legítimos dentro de la empresa.
Este aspecto se está volviendo esencial para las empresas que desean evitar problemas legales, relacionados con la privacidad, mientras aprovechan las ventajas de la IA para optimizar sus operaciones