“Hay muchas maneras de exigirle cuentas a China además de alienar a 180 millones de usuarios estadounidenses cada mes”, comentó Conway, quien también trabajó en la Casa Blanca durante el primer gobierno de Trump, al Washington Post.
“Voy a salvar TikTok”
El 19 de enero, un día antes de la investidura de Trump, es la fecha límite para que ByteDance venda la compañía en Estados Unidos; sin embargo, la empresa ha impugnado la prohibición al considerarla inconstitucional, lo cual podría aplazar el caso hasta que inicie el segundo periodo de la administración Trump.
“Voy a salvar TikTok”, dijo el empresario en un video que subió a su perfil en la plataforma en junio y según Alan Rozenshtein, exasesor de seguridad nacional del Departamento de Justicia, Trump podría presionar al Congreso para que se derogue la Ley de Protección de los Estadounidenses frente a Aplicaciones Controladas por Adversarios Extranjeros o alentar al fiscal general de que se abstenga de aplicarla.
Las declaraciones de Trump son sorpresivas, pues representa un fuerte cambio de discurso por parte del presidente electo, quien suele atacar a China y, de hecho, él mismo había incentivado la venta de TikTok durante su primer gobierno.
Uno de los momentos en los que cambió la retórica de Trump sobre el tema fue en febrero de este año, cuando se reunió con el multimillonario republicano Jeff Yass, quien tiene una participación del 7% en la empresa, mientras que su empresa, Susquehanna International Group, cuenta con una participación del 15% en ByteDance.
Yass, además de tener esta participación en TikTok, también es copropietario de la compañía que se fusionó con la matriz de Truth Social, la red social de Trump, y es por eso que el presidente electo ha cambiado de parecer respecto a la plataforma de videos.