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Intel recibe 7,865 mdd de la desahuciada ley CHIPS de Biden

Los fondos se usarán en proyectos de fabricación y empaquetado en Arizona, Nuevo México, Ohio y Oregón; sin embargo, esta política industrial podría acabarse con Trump.
mar 26 noviembre 2024 09:30 AM
Intel recibe 7,865 mdd de la desahuciada ley CHIPS de Biden para fabricar semiconductores
Se trata de la mayor adjudicación que el Departamento de Comercio ha entregado en virtud de la Ley CHIPS hasta la fecha.

La administración de Joe Biden confirmó que otorgó 7,865 millones de dólares a Intel como parte de la Ley CHIPS, con el objetivo de impulsar la fabricación de semiconductores en los Estados Unidos, una decisión que demuestra la relevancia de este sector para el aún presidente, previo al regreso de Donald Trump a la Casa Blanca.

Estos fondos se destinarán a proyectos de fabricación y empaquetado avanzado, es decir, técnicas para ensamblar múltiples chips en un único paquete, dentro de las instalaciones de la compañía en Arizona, Nuevo México, Ohio y Oregón.

Se trata de la mayor adjudicación que el Departamento de Comercio ha entregado en virtud de la Ley CHIPS hasta la fecha, sin embargo, es una cantidad menor que los 8,500 millones de dólares que el gobierno anunció inicialmente en marzo de este año.

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De acuerdo con un reporte de The New York Times, la financiación se redujo porque a Intel se le adjudicó un contrato separado de 3,000 millones de dólares en septiembre, para desarrollar chips enfocados en aplicaciones militares y de seguridad nacional.

“El sólido apoyo bipartidista para restablecer el liderazgo estadounidense en materia de tecnología y fabricación está impulsando inversiones históricas fundamentales para el crecimiento económico a largo plazo del país y la seguridad nacional”, comentó el CEO de Intel, Pat Gelsinger.

Asimismo, señaló que la empresa está “profundamente comprometida” con el hecho de seguir la inversión y colaboración con el gobierno estadounidense para ampliar sus operaciones en el país durante los “próximos años”.

Tras la elección de Donald Trump como presidente de EU ha surgido preocupación en torno a qué pasará con la inversión alrededor de la industria de los semiconductores, pues él ha mencionado que esta política industrial favorece a empresas extranjeras en detrimento de los intereses de las compañías locales y ha planteado la desaparición de esta Ley.

“Ese acuerdo sobre los chips es muy malo. Hemos puesto miles de millones de dólares a disposición de empresas ricas para que vengan y pidan prestado el dinero y creen empresas de chips aquí”, criticó antes de las elecciones .

Natalie Quillian, subdirectora de gabinete de la Casa Blanca, señaló que el anuncio en torno a Intel “marca otro paso clave en la implementación de la Ley CHIPS del presidente Biden y la agenda Invertir en EU para repatriar la manufactura, crear miles de empleos bien remunerados y fortalecer nuestra economía”.

Se espera que esta nueva inversión genere alrededor de 30,000 puestos de trabajo en los cuatro estados donde tendrá impacto, además de que Intel recibirá al menos 1,000 millones de dólares en fondos a finales de este año.

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Intel, una reconstrucción en proceso

El negocio de “fundición” es una de las apuestas más grandes de Intel. Este se enfoca en ser la encargada de fabricar los chips de otras empresas bajo contrato y es por ello que desde hace un tiempo las inversiones de Gelsinger han ido alrededor de este objetivo, aunque ha encontrado baches en el camino.

La empresa comenzó con promesas de invertir 100,000 millones de dólares para rebalancear la cadena de suministro de los chips y no depender de Asia, pero ya ha reducido la cifra a 90,000 millones para finales de la década, además de enfrentar algunos retos en los procesos de fabricación.

A nivel internacional, Intel está construyendo un par de fábricas en Alemania y Polonia, no obstante, hace poco anunció un retraso de un par de años en estos proyectos, al igual que sus plantas de Ohio, las cuales se esperaba entraran en producción en 2025, pero no sucederá así, debido a “desafíos del mercado”.

Por otra parte, la compañía ha estado lidiando con diversos problemas internos, que van desde fallas en la décimo tercera y décimo cuarta generación de chips, pasando por el despido de más de 15,000 trabajadores y hasta pérdidas de 16,600 millones de dólares, la mayor desde que se fundó la empresa en 1968, según su reporte financiero.

Biden entrega los últimos fondos antes de dejar la Casa Blanca

Hace un par de semanas, Joe Biden entregó una subvención de 11,600 millones de dólares a Taiwan Semiconductor Manufacturing Corp (TSMC) para construir su planta en Phoenix, Arizona, demostrando los últimos movimientos de su política industrial antes del fin de su administración.

TSMC recibirá 6,600 mdd en subvenciones como parte del acuerdo, pero también recibirá otros 5,000 mdd en préstamos, lo cual complementará a sus inversiones en Arizona, las cuales estaban planificadas en 25,000 mdd, pero en abril se ampliaron a 65,000 mdd para agregar una tercera fábrica.

La empresa taiwanesa fabricará chips de 2 nanómetros, que son de los más avanzados del sector y se espera que la operación de la fábrica inicie en 2028, donde se utilizará la tecnología de última generación “A16”.

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