La serie de Cien años de soledad, adaptación de la obra de Gabriel García Márquez, se estrenó el 11 de diciembre pasado y tan sólo en Colombia experimentó un aumento en ventas de ese libro de 300%, según cifras de la editorial Penguin Random House.
Netflix reportó que esta producción generó un impacto económico superior a los 225,000 millones de pesos colombianos (52 millones de dólares) para ese país, pues la serie se rodó ahí mismo y se estimuló a talento local, desde actores hasta más de 150 artesanos y 850 proveedores de la región.
El problema de los tres cuerpos, escrito por Liu Cixin, y cuya serie se estrenó en 2024, protagonizada por la mexicana Eiza González, apareció en la lista de los más vendidos de Amazon luego de su debut y volvió al reinado de los más colocados de The New York Times .
La sociedad de la nieve es otro ejemplo, pues tras el estreno de la película, la novela de Pablo Vierc, de 2009, se convirtió en la número uno en ventas en la lista de Amazon España, país donde se produjo este filme.
La adaptación cinematográfica de la novela de Rumaan Alam, Dejar el mundo atrás, llegó a ubicarse como una de las cinco películas más populares de Netflix y el libro registró un aumento de más del 20% en ventas, tras su estreno, de acuerdo con datos de Nielsen.
Esta misma consultora reportó que las ventas semanales en Estados Unidos de la serie de libros Bridgerton, de Julia Quinn, aumentaron 552% a mediados de 2024, tras el lanzamiento de la tercera temporada de Netflix.
Otro de los casos de éxito es Pedro Páramo, el cual triplicó sus ventas, luego de casi 70 años de su primera publicación, mientras que aportó 375 millones de pesos mexicanos (18 millones de dólares) a la economía nacional a través de la contratación de equipo, técnicos, músicos y más artistas.
Además, esta obra demostró que no existe una barrera del lenguaje, pues se trata de un libro traducido a más de 40 idiomas y que tras el estreno de su serie fue un éxito en otras latitudes, como Inglaterra o Estados Unidos, según Buscalibre.
Jinny Howe, vicepresidenta de Netflix, explicó a Los Angeles Times que si bien muchas de las adaptaciones de la empresa se basan en novelas con una base fiel de seguidores que invierte en sus personajes e historias, también buscan “voces y perspectivas nuevas, así como narrativas audaces y originales”.
“La relación es muy cercana entre el medio audiovisual y el libro porque quieres ver cómo representaron esos mundos que imaginaste”, afirma Baldrich, y destaca que si primero viste la producción, después los usuarios desean imaginar por su propia cuenta y vivir lo que les puede hacer sentir el autor.