¿Qué materiales está creando la IA?
En los últimos años, la inteligencia artificial descubrió y optimizó materiales con aplicaciones en sectores clave:
Electrolitos sólidos para baterías más seguras y densas.
Perovskitas avanzadas para celdas solares de alto rendimiento.
Catalizadores para transformar dióxido de carbono en compuestos útiles.
Hidrogeles inteligentes que responden a estímulos físicos y se usan en medicina regenerativa.
Aleaciones ultraligeras y cerámicas resistentes para aeronáutica y automoción.
Biomateriales personalizados compatibles con tejidos humanos.
Todo esto se logra gracias a modelos que combinan big data, física cuántica y aprendizaje automático.
“Estamos construyendo herramientas fundamentales que ayudan a los científicos a ser mucho mejores en su labor”, dijo Kohli.
Investigadores de la Universidad Carnegie Mellon diseñaron un sistema de IA para planificar, ejecutar y optimizar experimentos científicos de forma autónoma. El sistema, denominado Coscientist, se desarrolló en torno al modelo de lenguaje amplio GPT-4 de OpenAI y se ha optimizado para la automatización de descubrimientos científicos, en particular en la investigación química. Esta investigación puede impulsar la tecnología de almacenamiento de energía de baterías.
El copiloto invisible
Uno de los proyectos más famosos de DeepMind es AlphaFold, que predice con precisión la forma de las proteínas. Durante la pandemia, este modelo ayudó a revelar la estructura del virus SARS-CoV-2 en tiempo récord.
“Desarrollamos AlphaFold 2 durante la pandemia. Cuando surgió el virus, tuvimos que decidir si liberar o no las estructuras. Fue un debate ético profundo. Finalmente, decidimos compartirlas, y eso ayudó enormemente a la investigación mundial”, relató Kohli.
Pero no todo es biología. Herramientas como AlphaEvolve o Coscientist están diseñadas para colaborar con humanos en la creación de algoritmos, generación de hipótesis y exploración científica en múltiples disciplinas, desde matemáticas hasta energía.
Como toda tecnología poderosa, la IA para descubrimiento de materiales también presenta riesgos. Por ejemplo, un modelo que diseña proteínas podría servir tanto para curar enfermedades como para fabricar armas biológicas.