Isabella Mariño, directora de asuntos públicos de Rappi en México, aseguró que la empresa fue “la primera” en el sector en ajustarse a los requisitos de la nueva regulación.
“Rappi no tiene a ninguna persona trabajando sin alta en el seguro social. Antes de poder entrar en labores, el repartidor debe esperar a que su alta ante el IMSS esté lista”, comentó Mariño.
Nuevos canales de comunicación y ampliación de plantilla
Uno de los cambios más relevantes que exige la reforma es que todos los repartidores cuenten con un contrato firmado y que este incluya una política algorítmica adjunta, es decir, un documento que explica de manera clara y accesible cómo funciona el algoritmo de la app en lo que afecta directamente al trabajador: cómo se asignan los pedidos, de qué forma se calculan los ingresos, qué factores influyen en las sanciones o desmotivaciones de cuenta y que opciones tiene el trabajador para apelar decisiones del algoritmo.
“Estamos insistiendo en que lo lean y tengan claros sus derechos. En la app tienen que bajar su contrato, leerlo y firmarlo. No ha sido fácil, pero es lo que nos pide la ley”, explicó Mariño en entrevista.
Otro de las acciones que tomó la compañía en este sentido es que habilitó dos canales de comunicación para atender dudas y quejas. El primero es un “centro de apoyo a repartidores”, en el cual se resuelven problemas relacionados con la app con atención humana, tal como lo exige la ley en su política algorítmica.
El segundo es una línea exclusiva para dudas sobre la reforma, Mariño reveló que éste espacio es “muy solicitado” por los repartidores y que incluso reciben consultas vinculadas con trámites gubernamentales, como la obtención del Número de Seguridad Social.
Para implementar estos procesos, Mariño reveló que Rappí amplió su equipo de nómina y se encuentra en búsqueda de un perfil especializado en el cumplimiento de la reforma, aunque sin especificar cuántos puestos de trabajo nuevos han generado.
A lo largo de su operación en México, Rappi ha registrado a 1.2 millones de repartidores. Con la entrada en vigor de la prueba piloto, la empresa depuró su base de datos para dar de alta en el IMSS a los 100,000 repartidores activos que tenía al 1 de julio. Esa cifra creció a 150,000 al cierre del mes. Aunque todavía no hay un desglose sobre cuántos de ellos alcanzan el salario mínimo, la empresa asegura que está en proceso de recopilar esa información.