Y es que mientras una computadora clásica debe realizar un cálculo nuevo cada vez que las variables cambian, en el cómputo cuántico se exploran múltiples rutas en paralelo mediante la superposición, por lo que los problemas más comunes no son aptos para esta tecnología.
HSBC, un hito pionero en finanzas
El impacto económico de la computación cuántica se materializa en la industria financiera, un sector que históricamente depende de la capacidad de procesamiento de cálculos complejos. Un ejemplo significativo es la colaboración entre IBM y HSBC para aplicar esta tecnología en los mercados.
Hace algunas semanas, HSBC presentó el primer experimento conocido de "trading" algorítmico cuántico en el mercado de bonos, logrando una mayor optimización y eficiencia en la predicción de la probabilidad de ejecutar operaciones.
Al combinar la supercomputadora cuántica con las computadoras normales fue posible predecir los precios de los bonos con un 34% más de precisión que usando solo computadoras normales, lo que representa un gran avance porque el mercado de bonos es muy complejo y cualquier mejora en la predicción aumenta la rentabilidad.
La clave, detallaron las compañías, se encuentra en cómo funciona la computadora cuántica. Mientras que una computadora tradicional solo puede probar una cosa a la vez (como si un corredor de bolsa revisara una opción de bono después de otra), la cuántica examina muchas posibilidades al mismo tiempo, lo que le permite encontrar señales o patrones ocultos en los datos del mercado.
“Si un banco es capaz de empezar a usar la computación cuántica para desarrollar un programa, los demás lo estarán desarrollando al día siguiente y la gente no dormirá hasta tenerlo”, dijo Miklos Dietz, director de McKinsey en Vancouver. “Cuando llegue, será explosivo”.
Este ejemplo, señala Pfeifer, demuestra la misión de IBM "de traer computación cuántica útil al mundo", además de que tiene un efecto positivo en sus finanzas, pues incrementa las ganancias más grandes al banco.
Asimismo, destaca que la industria financiera es solo el comienzo. “Existen múltiples casos de uso en el sector, como la gestión de riesgo, la optimización de portafolios y la gestión de fraudes”, apunta el especialista.
Desde su perspectiva, la computación cuántica se perfila como un catalizador en otras áreas cruciales que dependen de la simulación de la naturaleza, incluyendo la industria farmacéutica, energética y de materiales.
En el sector salud y farmacéutico, explica, puede contribuir al desarrollo de nuevas proteínas y medicamentos, mientras que en el área de Energía y Sostenibilidad hay equipos trabajando en el desarrollo de nuevos materiales con aplicaciones directas en la captura de carbono.
Sin embargo, destaca que una de sus más grandes utilidades estará en el descubrimiento de nuevos materiales y resalta que el cómputo cuántico permitirá la simulación de moléculas para entender mejor las composiciones, acelerando la creación de nuevos materiales con propiedades deseadas (por ejemplo, capas para la aviación que eviten la oxidación).
Estos avances preparan el camino para el siguiente hito, que es la ventaja cuántica, es decir, la etapa en que la resolución de un problema real se haga de mejor manera, ya sea con más precisión o de forma más eficiente y económica. Si bien Pfeifer detalla que las soluciones ocurrirán por cada problema en específico y no de forma generalizada para grandes fenómenos, concluye que, “a largo plazo, el impacto esperado será revolucionario”.