Las historias de quienes hoy venden en línea reflejan esta preocupación. “Esto es matemática de recaudación: ¿qué se prefiere, recaudar un 1% sobre un motor económico que crece, o un porcentaje mayor de algo que se va a comprimir y desaparecer? Esta iniciativa va en contra de quienes ya estamos formalizados”, señaló Gerardo Ravelo, dueño de la empresa CAFCA, que distribuye productos de moda, deportes y accesorios.
Para negocios artesanales como Piñata Lab, el impacto sería aún más inmediato. Su propietaria, Elena Bartolo, señala que el aumento en las retenciones “no solo reduciría nuestras ventas, sino que pondría en riesgo la plantilla de artesanos que dependen de nosotros”.
La postura es compartida por Rafael Esses, de Las Tienditas, quien sintetiza el sentir general.
“No pedimos privilegios, queremos reglas justas y proporcionales que nos permitan hacer frente al comercio informal y seguir generando empleo”, indicó Esses.
De acuerdo con la Asociación Mexicana de Venta Online (AMVO), el valor del comercio electrónico en México alcanzó 789,700 millones de pesos en 2024, lo que representa un crecimiento anual del 20% respecto al año previo, consolidando al canal digital como uno de los motores más dinámicos de la economía nacional.
El IMCO subraya que el éxito del Paquete 2026 dependerá de ajustar sus medidas a la realidad económica y de asegurar que no comprometan los sectores que más empleo y formalidad aportan. En esa categoría, el comercio digital ocupa un lugar central.
Prepararse para un 2026 más exigente
Desde la perspectiva de Marlene García Padilla, directora general de CONTPAQi, empresa dedicada al desarrollo de software para automatizar procesos contables, el Paquete 2026 no debe verse como una amenaza sino como un llamado a la preparación técnica de las Pymes.