Casos de uso on device
Uno de los ejemplos más claros de esta estrategia está en el sector educativo. Qualcomm participó recientemente en un proceso de licitación pública en Panamá para dotar a estudiantes con PCs equipadas con capacidades de IA en el dispositivo.
Estos equipos están diseñados para ofrecer tutores locales con voz y visión, traducir y subtitular contenido en vivo, y funcionar sin conexión a internet, todo con protección de datos por diseño.
“Es una muestra de cómo la IA on-device puede ser una aliada de la educación pública: ofrece inmediatez, seguridad y menor costo operativo”, añadió Dutra.
Este modelo, dice, podría replicarse en otros países de la región, especialmente donde los gobiernos buscan soluciones digitales sostenibles.
Para la compañía, el futuro no depende de centros de datos masivos, sino de un tejido distribuido de dispositivos inteligentes que procesan localmente y se conectan a la nube solo cuando aportan valor.
Este enfoque, además, se alinea con las normativas de protección de datos que comienzan a fortalecerse en países como México, Brasil o Chile. “Procesar localmente minimiza la exposición de datos personales y facilita el cumplimiento regulatorio”, subraya Dutra.
Mientras el despliegue de 5G avanza con ritmos distintos en la región, Qualcomm busca revitalizar su uso con inteligencia artificial. La IA en el borde permite optimizar el tráfico de red y generar nuevos servicios de valor agregado, como ciudades inteligentes, conectividad industrial o fintech de baja latencia.
“Colaboramos con operadores, OEMs y gobiernos para acelerar casos de uso reales. El crecimiento inmediato no vendrá del 6G, sino de la integración de la IA on-device con la conectividad actual”, apuntó el directivo.
Aunque Dutra cree que los smartphones vivirán una “segunda época dorada” impulsada por la IA, anticipa un salto hacia un ecosistema más amplio con wearables, autos, PCs y realidad extendida conectados en una red de borde inteligente.