“El Estado mexicano debe prepararse para el desafío que representa regular la inteligencia artificial y la ciberseguridad con una visión humana, ética y profundamente democrática, donde la tecnología sea una herramienta para el desarrollo y no un factor de exclusión y riesgo para la población”, señaló Zapata Bello, quien reconoció los desafíos técnicos que existen en materia digital.
Aunque la propuesta menciona riesgos, vulnerabilidades y la necesidad de “defensa en profundidad”, el concepto de ciberseguridad aparece únicamente como una consecuencia técnica derivada del uso de IA, no como una política pública por derecho propio.
“México es uno de los países más atacados de América Latina y no existe un marco legal unificado, ni un sistema nacional de respuesta, ni una agencia especializada”, precisó González.
La propuesta recoge principios éticos de la UNESCO y la OCDE, como son transparencia, explicabilidad, no discriminación, supervisión humana, sostenibilidad ambiental y protección de derechos humanos. Sin embargo, también reconoce que exigir transparencia total es técnicamente imposible en modelos de alta complejidad, las famosas “cajas negras” de la tecnología, y que la protección de secretos comerciales limita cuánta información se puede pedir a gigantes tecnológicos.
Y en materia de ciberseguridad, el planteamiento regulatorio sigue en propuestas, uno de los más reciente hecho en octubre de 2025 por el senador Alejandro Moreno Cárdenas, presidente de la Comisión de Ciberseguridad e integrante del Partido Revolucionario Institucional (PRI), quien afirmó que México enfrenta una situación alarmante en materia de seguridad digital, al registrar más de 40 mil millones de intentos de ciberataques solo en el primer semestre de este año.
Moreno Cárdenas señaló en la presentación de la iniciativa que México cuenta con una Estrategia Nacional de Ciberseguridad formulada en 2017, sin embargo, ésta ya perdió vigencia y carece de mecanismos legales para su aplicación efectiva.
“No existe una Ley General de Ciberseguridad; los delitos informáticos solo se incluyen de manera fragmentada en el Código Penal Federal, lo que provoca vacíos legales que impiden actuar con eficacia”, puntualizó en la presentación de la comisión que preside.