Jüsto inició su meteórico ascenso unos meses antes de la pandemia de covid-19. Este supermercado digital llegó como anillo al dedo para la época: permitía pedir lo que quisieras sin salir de casa, y sus primeros años fueron todo un éxito.
¿Quién es el dueño de Jüsto, el super digital que brilló en la pandemia y ahora cierra operaciones?
Sin embargo, seis años después, la empresa mexicana anunció que retirará y cerrará su negocio debido a complicaciones financieras y operativas que le impiden continuar con la operación que mantenía desde 2019.
A continuación, recordaremos cómo fue el nacimiento y la trayectoria de la empresa, quién es su dueño y cuáles fueron los factores que llevaron al cierre de un negocio que alguna vez puso a temblar a los mercados tradicionales en México.
¿Quién es el dueño de Jüsto?
Ricardo Weder es el fundador de Jüsto, el supermercado digital que buscó transformar la forma de hacer compras en México. Según la reportera Mara Echevarría de Expansión, Weder creció en una época en la que poco se hablaba de emprendimiento, pero eso no le impidió acercarse a la innovación tecnológica y al desarrollo de negocios digitales.
Egresado del Tecnológico de Monterrey, Weder ha trabajado en empresas vinculadas a la economía digital, como Rocket Internet, Easy Taxi y Cabify, donde llegó a ocupar la presidencia en América Latina. Durante su paso por Cabify, lideró la expansión de la plataforma en la región y participó en la definición de regulaciones locales para el sector de transporte privado por aplicación.
En 2019 lanzó Jüsto, con el objetivo de consolidarlo como un supermercado en línea destacado en la región. La empresa incorporó herramientas tecnológicas, como inteligencia artificial, para mejorar la logística, reducir costos y optimizar la planificación de la oferta y la demanda, y estableció su centro de operaciones en la alcaldía Coyoacán.
Además, Weder impulsó con éxito una línea de productos de marca propia, llamada Fresco, que complementó la oferta del supermercado digital.
Weder ha destacado la importancia de tener un propósito claro, contar con el talento adecuado y mantener comunicación constante con los usuarios para ajustar la propuesta de valor.
La expansión y caída de Jüsto en México
Jüsto se presentó como un supermercado 100% en línea, enfocado en entregas rápidas y una experiencia distinta a la de los autoservicios tradicionales. Durante sus primeros meses, la empresa registró crecimientos mensuales superiores al 50%, y la pandemia de covid-19 impulsó aún más su expansión, con incrementos de tres dígitos en pedidos y usuarios.
La compañía anunció sus planes para llegar a ciudades como Guadalajara, Monterrey, Puebla, Tijuana, León, Mérida y Cancún , apoyándose en inteligencia artificial para anticipar la demanda, optimizar la logística y garantizar disponibilidad de productos frescos, además de promover a productores mexicanos. Además que, en 2021, llevó el servicio a Brasil como parte de sus expansión.
Para la entrega de productos frescos, Jüsto incluso colaboró con Amazon, que permitió distribuir pedidos en determinados códigos postales de la Ciudad de México desde su centro de operaciones en Coyoacán.
Las conclusiones del cierre de la empresa
A pesar de estas estrategias y de haber levantado más de 90 millones de dólares en inversión, Jüsto anunció que cesará operaciones en México a partir del 15 de diciembre de 2025.
La empresa atribuyó la decisión a factores financieros, operativos y estratégicos, y aseguró que los pedidos confirmados antes de esa fecha serán entregados o reembolsados si no se pueden cumplir.
El cierre de Jüsto evidencia los retos de mantener un modelo 100% digital en un mercado aún dominado por cadenas tradicionales con mayor infraestructura y capacidad financiera.
También muestra que, aunque la adopción del comercio electrónico puede acelerarse por situaciones externas como la pandemia, sostener un crecimiento rápido y rentable requiere equilibrio entre inversión, logística y demanda.
El caso de Jüsto deja un aprendizaje valioso sobre innovación, disrupción tecnológica y los desafíos de transformar hábitos de consumo en un entorno competitivo y volátil, incluso cuando se cuenta con aliados estratégicos como Amazon.