'North: Fashioning Identity', una exploración del estilo del norte de Inglaterra
Desde hace mucho existe una división entre el norte y el sur de Reino Unido, una línea imaginaria trazada a lo largo del país que ha propiciado rivalidades muy reales, ya sea el feroz debate sobre el pop británico (Blur u Oasis) o cómo se pronuncian ciertas palabras.
En la nueva exposición North: Fashioning Identity que organiza Somerset House en Londres, con curaduría de Lou Stoppard y del académico Adam Murray, se examina la influencia que ha tenido la vida del norte y sus representaciones en la nueva generación de creativos.
Lee: La cultura de los pachucos se niega a desaparecer
A través de una muestra de objetos culturales modernos de personalidades como los fotógrafos Alasdair McLellan y Nick Knight; los diseñadores Virgil Abloh, Paul Smith y Gareth Pugh, y el artista Jeremy Deller, la exposición nos hace pensar en cómo es esa influencia hoy en día.
Imágenes del Norte
Yo vivo en el centro del país; pronuncio las vocales cortas como la gente del norte, pero cultural y geográficamente he estado más cerca de la capital toda mi vida; para mí, estas distinciones son arbitrarias. Revolver una gran variedad de identidades y sus características detalladas es reductivo. Habiendo dicho eso, el norte tiene cierto encanto.
Por más de un siglo, las palabras evocadoras de las hermanas Brönte han tallado en la mente colectiva una visión de la vida en los páramos borrascosos. La narrativa central de las penurias de nuestro país a lo largo del siglo XX está llena de historias norteñas.
Las imágenes gráficas escriben la historia moderna del Norte, desde las imágenes tensas de las noticias sobre las huelgas de mineros hasta la descripción de las comunidades norteñas en los periódicos después de la tragedia de Hillsborough.
Lee: Una vuelta al mundo con estilo
Esta identidad extraña e inventada es más real que nunca en la cultura. El arte, la música y la moda fluyen al ritmo del lenguaje y de los códigos visuales del Norte y sangran juntos para influirse entre sí.
Desde hace mucho, las comunidades norteñas están ligadas a la cara práctica del sector de la moda a través de los molinos y las fábricas de telas que existían en el centro de muchas ciudades.
Sin embargo, el impacto de las subculturas fuertes que han nacido a lo largo de las décadas es el que más fuerte ha resonado. El club Haçienda, en Manchester, meca de la música entre 1982 y 1997, organizó conciertos de los Smiths y Madonna.
Lee: La tecnología se impone en las nuevas colecciones de moda
Dejaron que bandas como Einstürzende Neubauten taladraran agujeros en los muros que rodeaban el escenario y su política de "todo se vale" propició el auge del acid house y de la cultura del rave. Antes de esto, Factory Records (el propietario) había aceptado a bandas como Joy Division, cuya colaboración con Peter Saville en discos legendarios como Unknown Pleasures sentó las bases de la prolífica carrera del diseñador.
Este año, Hull es la capital de la cultura en el país y provoca que el mundo mire con atención y tome nota. La exposición con la que se conmemoró el 40º aniversario de COUM Transmissions atrajo a hordas de sureños amantes de lo industrial, quienes abordaban trenes hacia el puerto para participar en las celebraciones y dieron vida a la historia usualmente olvidada del colectivo del arte interpretativo.
El atractivo del norte
Aunque es fácil dejarse llevar al recitar los nombres que han producido obras arraigadas en su identidad norteña, es importante señalar que el Norte existe como más que una forma de expresión personal. Para muchos forasteros, es una visión romántica de un pueblo.
Lee: We wear culture, la enciclopedia de Google de la moda
A lo largo de la historia de la línea de ropa para hombre que lleva su nombre, el diseñador belga Raf Simons ha coqueteado con motivos relacionados con el estilo norteño. Ya sea en el Parker o en su oda a la música de la zona a través de la apropiación del diseño gráfico que definió la era de Peter Saville en Factory Records, el amor de Simon por las subculturas que surgieron del norte es casi un fetiche.
Estas influencias moldean y alimentan su trabajo como tentáculos y son el ejemplo perfecto de que esta conversación no puede existir dentro de una burbuja (la de la moda, por ejemplo).
Pronto queda claro que la red de géneros, medios e influencias que se mezclan por efecto de esta cualidad norteña no solo está en continua expansión, sino que es infinita. Tal vez lo sea más ahora que internet nos permite existir fuera de nuestra ubicación geográfica.
Lee: La psicología y la fascinación por el oro
Una idea tan grande y tan cambiante sirve de mucho para explicar por qué una exposición como la de Somerset House se queda ligeramente corta. Cuando uno se ve obligado a centrarse en un mundo de la moda predeterminado, es imposible participar en la conversación completa.
North: Fashioning Identity estará abierta en Somerset House hasta el 4 de febrero de 2018.