¿Por qué la reunión entre Kanye West y Trump fue un desastre?
NIA HENDERSON
Imagina esto: un presidente, preocupado por la crisis de opiáceos que afecta a muchas comunidades, especialmente a las comunidades blancas del medio oeste, que decide invitar a un exjugador de futbol americano y a un músico famoso a hablar del tema.
E imagina que esta es una de las pocas reuniones de alto nivel que ha tenido sobre la crisis, la cual provoca la muerte de decenas de miles de estadounidenses.
Bueno, eso es algo de lo que acaba de pasar.
No con el opio, sino con los problemas críticos, potencialmente letales, que enfrentan muchos afroamericanos en todo el país. Este jueves, el presidente Donald Trump almorzó con Kanye West y el retirado jugador de americano Jim Brown.
Este fue el avance de la reunión de la Casa Blanca previa: "La discusión se centrará en el trabajo histórico del presidente Trump para beneficiar a todos los estadounidenses, como la revitalización urbana, la creación de zonas de oportunidad, nuevos programas de capacitación de la fuerza laboral, niveles récord en el empleo afroamericano, la creación de empleos en manufactura, las ideas que surgieron en pláticas con pastores afroamericanos y la ola de crímenes que se presenta en Chicago.
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En resumen: Esta fue la reunión con Trump. ¡Y qué reunión! No se permitieron cámaras durante el almuerzo, pero el soliloquio de unos 10 minutos de West en la Oficina Oval proporcionó una idea general.
Aquí hay algunas sugerencias que West planteó:
- Traer las fábricas y los centros de creación Yeezy, (la línea de Adidas con Kanye West) a Chicago.
- Dijo que su gorra de MAGA (Make America Great Again) lo hace sentir como un superhéroe.
- La escuela es aburrida. Los niños deben jugar al baloncesto mientras hacen matemáticas.
- El tiempo no existe.
- Dejar de preocuparse por el futuro. Solo tenemos el hoy.
- Que Trump y Colin Kaepernick usen gorras de Make America Great Again en el Super Bowl.
- La solución a la brutalidad policial es el amor.
- Apertura de industrias y desgravaciones fiscales.
- Y un planteamiento acerca de los liberales que distraen a los negros al centrarse en el racismo .
¿Entonces cuáles eran los objetivos aquí?
Para Trump, fue una oportunidad para decir que sí le importan los negros.
La reunión también destaca qué tan seriamente Trump toma los problemas que a su círculo cercano realmente no les importan.
En lugar de invitar a verdaderos expertos en políticas, digamos sobre educación o justicia penal, Trump llevó ante las cámaras a dos hombres famosos a quienes les agrada.
El resultado fue sobre lo que uno esperaría: una Oficina Oval extraña y difícil de analizar con muy poca sustancia, alimentada por la desesperada necesidad de atención de West y la necesidad de Trump de adoración abierta por parte de gente famosa.