Cómo Netflix superó 'House of Cards' y 'Orange is the new black'

BRIAN LOWRY

House of cards y Orange is the new black se estrenaron en 2013 y colocaron a Netflix casi instantáneamente en el mapa como una opción de programación original, concursante de premios y potencia de la cultura pop.

Si bien la compañía no los ha podido superar, a medida que estas series llegan a su fin está claro que su notable crecimiento ha hecho que cada una de sus producciones se sienta como una idea de último momento.

Netflix confirmó con un video que la séptima temporada de Orange is the New Black será la final, un anuncio que se produce pocas semanas antes de que House of Cards estrene su última temporada . Si bien las circunstancias son bastante diferentes, ésta se vio afectada por el escándalo que envolvió a su protagonista Kevin Spacey y que provocó su salida.

Esta pérdida doble es solo una señal de hasta qué punto ha llegado el servicio de transmisión.

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Las noticias de Orange se produjeron después de que Netflix reveló que había agregado 7 millones de suscriptores durante el último trimestre, lo que elevó su cifra global a 137 millones. A principios de este año, la compañía rompió el dominio de HBO sobre entregas de premios al ser la cadena más nominada.

Ese logro se dio sin la ayuda de estas dos series pues House of cards no se estrenó durante el periodo de elegibilidad y Orange, que sí lo hizo, dio pasos atrás de forma creativa y ya no obtuvo mucho reconocimiento. Sin embargo, otros programas llenaron el vacío, ya que Netflix ha agregado series a un ritmo vertiginoso.

Es difícil de imaginar ahora, pero en el momento de su debut, House of Cards se consideraba una apuesta enorme para Netflix. El servicio, que en ese momento tenía 33 millones de suscriptores, se comprometió a dos temporadas de 13 episodios, con un costo total reportado de 100 millones de dólares.

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Hoy, eso sería una pequeña fracción de su presupuesto multimillonario , que abarca cientos de programas originales o adquiridos. Netflix siempre tendrá una deuda considerable con estos dos shows. Sin embargo, cuando los dos destacados de esa primera generación de programas de Netflix termine oficialmente -tanto en la Casa Blanca y la prisión- simplemente serán notas al pie de la página de un monstruo mediático en expansión que se ha graduado desde los días en los que dependía de uno o dos shows.