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Adolescentes que duermen poco podrían ser más violentos

Los investigadores encontraron una fuerte asociación entre el estado de ánimo y las autolesiones.
mié 24 octubre 2018 04:00 PM

(CNN) - Las horas que duerme un adolescente están asociadas con la probabilidad de que incurra en conductas suicidas y de riesgo, según un nuevo estudio publicado en la revista JAMA Pediatrics.

"Menos horas de sueño en una noche escolar promedio se asocia con mayores probabilidades de conductas peligrosas", escribieron los autores, incluidos los riesgos al conducir en estado de ebriedad, incurrir en actividad sexual potencialmente insegura, comportamiento agresivo y consumo de drogas.

Durante la realización del estudio, la duración del sueño de los participantes se categorizó en ocho horas, siete horas, seis horas o menos de seis horas y luego se midió contra conductas de alto riesgo.

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Los investigadores encontraron las asociaciones más fuertes en relación con el estado de ánimo y la autolesión. Los adolescentes que dormían menos de seis horas por noche tenían tres veces más probabilidades de reportar haber pensado en el suicidio, planear un intento de suicidio o intentarlo, en comparación con los adolescentes que durmieron ocho horas o más. También tenían cuatro veces más probabilidades de haber reportado un intento de suicidio que derivó en el tratamiento con terapia.

Los investigadores utilizaron datos de febrero de 2007 a mayo de 2015 de la encuesta de comportamiento de riesgo en jóvenes Youth Risk Behavior Survey, una encuesta hecha en Estados Unidos que explora las conductas asociadas con los riesgos sanitarios en los jóvenes. Encontraron que más del 70% de los estudiantes de secundaria y bachillerato dormía menos de las ocho horas recomendadas por noche.

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"Los informes anteriores han documentado que los estudiantes que durmieron menos de ocho horas corrían un mayor riesgo de incurrir en comportamientos que afectaban su propia salud. Nuestro estudio se suma a esta literatura usando un conjunto actualizado de datos más amplio en un intervalo de estudio más largo e incorporando información más detallada sobre el sueño y observando una gama más amplia de comportamientos de riesgo", dijo el director del estudio Matthew Weaver, profesor de medicina en la Escuela de Medicina de Harvard y epidemiólogo en la División de Trastornos del Sueño y Circadianos en el Brigham and Women's Hospital.

¿Dónde duermen los niños?

Niños

Un mundos de pobreza y privilegios se retrata en Where Children Sleep, una serie de fotos de James Millison, que muestra las habitaciones de los niños en todo el mundo.

Kaya, de 4 años, vive con sus padres en un pequeño departamento en Tokio.
James Mollison
Niño

Indira

La recámara de Indira, de 7 años, en Katmandú, Nepal.
James Mollison
Niño

Alex

Aquí duerme Alex, de 9 años, en Río de Janeiro, Brasil.
James Mollison
Niño

Jaime

La habitación de Jaime, de 9 años, en Nueva York.
James Mollison
Niño

Tzvika

La habitación de Tzvika, de 9 años en Beitar Illit, West Bank.
James Mollison
niño

Irkena

El campo donde duerme Irkena, de 14 años, en el desierto de Kaisut, Kenia.
James Mollison

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El tamaño de la muestra y la categorización de la duración del sueño son puntos que refuerzan el estudio, aseguró Reut Gruber, director del Laboratorio de Atención, Comportamiento y Sueño del Douglas Mental Health University Institute y profesor en el Departamento de Psiquiatría de la Universidad McGill, quien no estuvo involucrado en el estudio.

"Creo que refuerza lo que creemos que es el caso. No estoy seguro de que cada uno de los hallazgos sea completamente una sorpresa o algo nuevo, pero sin duda valida lo que pensamos. A veces otros estudios pueden cuestionarse porque son mucho más pequeños, o la muestra podría no haberse seleccionado correctamente, podría estar sesgada, por lo que creo que la metodología en términos de muestreo y tamaño de la muestra es una fortaleza real" dijo Gruber.

Tanto Weaver como Gruber señalaron que el estudio tiene limitaciones, como el hecho de que los datos son autoinformados por los participantes y que la investigación no muestra una relación causal entre el sueño y las conductas de riesgo.

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Gruber aconsejó a los padres estar pendientes del horario de sueño de sus hijos, ya que los adolescentes no siempre pueden controlar su propio descanso y es posible que no sepan cuándo es el mejor momento para apagar las luces.

"Creo que mi mensaje para los padres es que (el sueño) es una prioridad. Hará una gran diferencia en la vida, el rendimiento, el humor y el comportamiento de sus hijos. Mi experiencia, mi impresión, es que es algo que todavía debemos priorizar como padres, como hacemos con otras cosas que sabemos que no son saludables para los niños", comentó Gruber.

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