Interesados pero indecisos
El nuevo matiz que está asumiendo el tema de la regulación ya se percibe en las consultas que realiza la propia industria de las criptomonedas. En una encuesta (2021-2022) realizada por el exchange Gemini , el 37% de los latinoamericanos que aún no se atreve a comprar criptomonedas citó como principal razón a “la incertidumbre legal que rodea al uso de criptomonedas”.
En otra consulta que solo abarcó a inversores y emprendedores de los ámbitos blockchain, activos digitales y Web 3, el 55% de la muestra afirmó que, hacia 2023, el principal obstáculo para la adopción de las criptomonedas será la “incertidumbre regulatoria”. Según otras referencias , el 30% de los individuos que no están interesados en invertir en activos como bitcoin o ether, podría cambiar de opinión si el ámbito de las criptomonedas contará con alguna forma de regulación específica.
Pese a estos informes, una regulación específica para las criptomonedas, que disipe las objeciones y dudas de los usuarios indecisos, es un objetivo que no será sencillo de alcanzar. Por un lado, en el mundo cripto persisten las posiciones que rechazan cualquier forma de control o vigilancia que provenga de fuera de la comunidad de usuarios.
Al mismo tiempo, diversos gobiernos del mundo -incluso aquellos que han anunciado que no descartan la opción de crear un marco regulatorio para este tipo de activos- siguen desalentando el uso de divisas como bitcoin. De hecho, se especula que las autoridades, antes de darle una oportunidad a las criptomonedas, optarán por impulsar a las CBDC , las divisas digitales emitidas por un banco central.
Entre la regulación y la innovación
En este contexto, el camino hacia la regulación muestra obstáculos esperables pero también reclamos de mecanismos de reaseguro. En ese sentido, Guillermo Contreras, fundador y CEO de DitoBanx, una startup salvadoreña que desarrolla soluciones para habilitar pagos con bitcoin, destaca: “Está la resistencia del llamado establishment bancario; entidades como los bancos centrales que durante los últimos 80 años han manejado el dinero del mundo; es hasta natural que se opongan a lo que está sucediendo con criptomonedas como bitcoin ”.
Por otro lado, el sector cripto debe reconocer que el interés de las personas en algún mecanismo de regulación -sobre todo tras la reciente debacle del proyecto Terra- tiene una raíz legítima: proteger su patrimonio de abusos y malas prácticas. Consultada por Cryptoconexion, Elizabeth León Gonzalez, conocida como “la abogada Web 3” (por su rol pionero en el análisis de los aspectos legales que involucran al mundo cripto), destacó que el desafío es encontrar esquemas de regulación “que protejan a consumidores e inversores, pero que no detengan el progreso de la innovación”.
En este escenario, encontrar un perfecto balance regulatorio -protección simultánea del consumidor y del impulso innovador- implicará un gran esfuerzo. Sin embargo, es una tarea que la industria de la criptomonedas, si quiere seguir ganando usuarios, no puede dejar de intentar.