En 1998, en el cénit de su popularidad, dos desconocidos que recién habían creado Google contactaron a los ejecutivos de AltaVista para venderles en 1 millón de dólares su “pagerank” : un algoritmo que establecía la relevancia de las páginas para mejorar la calidad de los resultados de las búsquedas. En una decisión que les costó su permanencia en el negocio, los ejecutivos de AltaVista decidieron pasar de la oferta. Yahoo adquirió a AltaVista en 2003 y lo desactivó en 2013, al mismo tiempo que Google cumplía 15 años y lograba ingresos netos de 12,000 millones de dólares al año.
Antes y después de Facebook
Facebook es otro caso icónico de cómo una buena idea puede barrer por completo a sus predecesores. Friendster, por ejemplo, llegó a tener 90 millones de usuarios y MySpace era en 2008 la página más visitada en todo el mundo. Pero ese año Facebook abrió su registro y cualquiera podía abrir su perfil sin necesidad de pegar códigos HTML. La incapacidad para evolucionar dejó a MySpace fuera del negocio, mientras que Facebook tiene un valor neto estimado de 320,000 millones de dólares en 2023. ¿Es posible que nuevas criptomonedas repitan esta historia con bitcoin?
Como MySpace o Altavista, muchos tokens y plataformas de exchange han sucumbido a sus propias limitaciones durante el cripto crash. Por ello, los mercados de criptomonedas avanzan en un “vuelo hacia la calidad”, declaró a CNBC Mathew McDermott, responsable mundial de activos digitales de Goldman Sachs. Con la caída de los valores de las cripto en 2022, la tendencia no es dejar de invertir en ellas ni pronosticar su final , sino apostar por una segunda generación que aborde los retos que se han presentado.
En esa línea, el Fondo Monetario Internacional (FMI) advertía de la necesidad de proteger las inversiones: “Una regulación y supervisión financiera más estrictas, y el desarrollo de estándares globales, pueden ayudar a abordar muchas preocupaciones sobre los criptoactivos”. La idea de este organismo es que los gobiernos “gestionen rápidamente los riesgos de las criptomonedas sin sofocar la innovación”. Es allí cuando las criptomonedas de segunda generación, que tienen respaldo en activos, surgen como la alternativa perfecta frente a la volatilidad de bitcoin.