Martine Nieuwenhuis, cofundador de Good Brand Guru, una red que permite el intercambio de conocimientos y la colaboración entre profesionales y empresas de moda sostenible, dijo: “hacer que la industria de la moda sea más sostenible es una responsabilidad conjunta”.
Para ello se “requiere tanto la resolución de las empresas individuales para comenzar a tomar medidas a su manera como una apertura para colaborar con el fin de enfrentar los complejos desafíos que enfrentamos juntos", destacó.
El PNUMA consideró que “para acelerar el movimiento de la industria hacia la sostenibilidad, un grupo de trabajo compuesto por nueve profesionales prominentes de la moda y la industria textil desarrolló una carta con 11 principios rectores que abordan temas sociales, ambientales y económicos”.
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Refirió que durante sus deliberaciones, un tema común fue la necesidad de apertura, a fin de solicitar información a los socios, brindar transparencia y estar abierto a la mejora.
La denominada Carta de Kerenzerberg, para textiles sostenibles se lanzó después de seis meses de trabajo y requiere que los líderes empresariales hagan preguntas, soliciten transparencia y busquen continuamente hacerlo mejor, apuntó el organismo de las Naciones Unidas.
Además “pide a las empresas que asuman la responsabilidad de sus trabajadores a lo largo de la cadena de suministro, garantizando condiciones de trabajo seguras, salarios justos y desarrollo de los trabajadores”.
También los “exhorta a asumir la responsabilidad de proteger el medio ambiente a través de tecnologías e innovación que combatan la contaminación del agua y el aire, eviten los productos químicos tóxicos, luchen por la diversidad de las materias primas y cuiden el bienestar animal”.