Robben disputó 96 partidos internacionales con la selección de Holanda, marcando 37 tantos en su equipo nacional y formando parte del equipo que perdió con España la final del Mundial de Sudáfrica-2010. También fue tercero cuatro años más tarde en el Mundial de Brasil-2014.
Conquistó la Premier League inglesa dos veces, con el Chelsea de José Mourinho en 2005 y 2006, antes de ser campeón de la Liga española con el Real Madrid en 2008.
Pero en el Bayern es donde pasó más tiempo y con el gigante bávaro cosechó ocho Bundesligas, cinco Copas de Alemania y la Liga de Campeones de 2013, entre otros éxitos. Con esa camiseta marcó 144 tantos.
Lee: ¿Por qué la Copa Mundial Femenina 2019 es la más importante de la historia?
En la Champions de 2013, que el Bayern ganó tras superar 2-1 en la final al Borussia Dortmund, el tanto de la victoria definitiva lo logró el propio Robben.
En las últimas semanas circulaban varios rumores sobre el futuro de su carrera y algunos apuntaban a un regreso al fútbol inglés, pero finalmente Robben decidió poner punto final a su etapa como jugador.
De la selección holandesa se había retirado después de que la Oranje no consiguiera clasificarse para el Mundial de Rusia-2018.
Robben se ganó una reputación de jugador frágil, tendente a las lesiones, que frenaron poder tener un papel todavía más protagonista. Durante su etapa en Madrid se le había llegado a apodar en la prensa "el jugador de cristal".