El hambre está aumentando lentamente en América Latina y el Caribe, aunque su prevalencia todavía se sitúa por debajo del 7%, en comparación con África, donde la prevalencia es del 20%.
En América Latina y el Caribe, las tasas de alimentación deficiente se han incrementado en los últimos años, principalmente como consecuencia de la situación en América del Sur, en países donde la economía se ha desacelerado o contraído.
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La FAO destaca que la mayoría de los países que pasan por esta situación, en su mayoría (44 de 65) son países de ingresos medianos; solo 19 (de los 65) son de ingresos bajos, y 17 de ellos se encuentran en África, lo que las lleva a padecer inseguridad alimentaria, lo que además orilla a sus habitantes a padecer incertidumbre en cuanto a su capacidad para obtener alimentos y suelen verse obligadas a aceptar menos calidad o cantidad en los alimentos que consumen.
El organismo perteneciente a la ONU además estima que más de 2,000 millones de personas carecen de acceso a alimentos inocuos, nutritivos y suficientes, lo que incluye al 8% de la población de América del norte y Europa.