El alcohol aumenta el tiempo del conductor para reaccionar ante lo que está frente a ellos y, por lo tanto, aumenta la distancia de frenado. No obstante, un estudio de la Universidad de Cardiff indicó que no renovar los neumáticos puede ser más peligroso.
La distancia de frenado se refiera a la distancia en metros que transcurre desde que se accionan los frenos del vehículo hasta que éste se detiene, ocurre en décimas de segundos, pero a altas velocidades supone bastante distancia.
En promedio, el consumo de alcohol aumentó el tiempo que tardan en reaccionar y frenar un 18% o 120 milisegundos. Lo cual significa que, a 112 kilómetros por hora, esto conduciría a una mayor distancia de frenado de 3.7 metros.
Pero los investigadores descubrieron que esta distancia puede incrementarse sustancialmente con los neumáticos desgastados. Con una banda de rodadura 1.6 milímetros, las llantas tienen un 36% menos agarre que las llantas en buenas condiciones. Lo cual aumenta la distancia de frenado más de 27 metros. Un neumático en óptimas condiciones tiene una banda de rodadura de 4 milímetros.