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¿Tienes un estilo desenfadado? Así puedes usarlo a tu favor en la empresa

Aunque el código de vestimenta ha cambiado en el mercado laboral, las expertas mencionan que hay algunas prendas de ropa que siempre van a transmitir autoridad y liderazgo.
mar 02 julio 2019 12:54 PM
Mark Zuckerberg.
Mark Zuckerberg, el cofundador de Facebook, siempre viste el mismo atuendo: una camiseta o sudadera gris. Este estilo relajado es común en empresas tecnológicas.

Camiseta gris, jeans y tenis. Así es el inconfundible atuendo del cofundador de Facebook Mark Zuckerberg, un estilo relajado y poco formal que se ha hecho popular entre las compañías tecnológicas y las start-ups. Para Karla Gallardo, consultora en transformación profesional, este tipo de vestimenta marca un parteaguas en el mundo laboral que durante décadas asoció el traje y la corbata o el vestido y el collar de perlas con liderazgo y autoridad.

“En los 90 era muy normal ver a la mujer en traje sastre y a los hombres portando corbata, ahora ya no. Las empresas cada vez son menos estrictas en sus cánones de vestimenta. Es más común utilizar jeans para ir a trabajar”, menciona Gallardo.

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La especialista en imagen asegura que no van a pasar más de 10 años para que el código de vestimenta en las empresas se modifique por completo, pues los millennials serán los nuevos líderes. Aunque cada vez es más común esta transformación.

Merle Guadarrama, directora de la firma Asesoría en Imagen MG, comenta que los integrantes de esta generación se caracterizan por tener un estilo totalmente creativo y desenfadado, basta con voltear a ver las grandes y pequeñas empresas de tecnología para darse cuenta que los jeans, las playeras y los tenis son los básicos de su vestimenta laboral.

“Los millennials son personas relajadas y que trabajan a su ritmo. Son muy naturales, por eso prefieren prendas básicas, aunque corren el riesgo de verse desaliñados o fachosos”, indica la experta.

Si bien esto no sucede en todas las compañías, Guadarrama asegura que esta generación recurre cada vez menos a las prendas que tradicionalmente son asociadas con jerarquía, que son el saco, la corbata, el vestido y el traje sastre. Por eso, es imprescindible que las firmas identifiquen el estilo y el perfil de los trabajadores para que implementen un código de vestimenta que se adecúe a las necesidades de todos.

Los básicos de la imagen

En el código de vestimenta, el trabajador tiene que plasmar el estilo de la empresa que representa. Está permitido ser flexible, pero establecer prendas básicas que transmitan formalidad, credibilidad y confianza es básico. La consultora de imagen Susana Caballero menciona que el colaborador es quien representa a la marca, por lo que deben generar una buena impresión.

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“Además, el estilo tiene que ir acorde al cargo del trabajador y a los objetivos profesionales que quiere alcanzar”, agrega.

Paula Roteta, asesora de imagen, recomienda no ver la vestimenta como una moda, sino como una herramienta y una estrategia para crecer en el ámbito laboral. Asimismo, hay que respetar jerarquías, pues no es lo mismo la forma en que se viste un colaborador que un directivo, aunque ambos pertenezcan a la misma generación.

Si tu estilo es más relajado, las especialistas ofrecen una serie de recomendaciones para vestirse adecuadamente, pero sin perder la esencia personal.

1. Ir arreglado, sin necesidad de llevar traje significa apostar por una camisa tipo polo o una blusa de un solo color, pantalones de algodón y un saco, suéter o chamarra para complementar la vestimenta.

2. Está permitido usar jeans, pero que no sean deslavados o rotos, lo mejor es que sean de un solo color.

3. Los tenis formales son una opción para ir a la oficina. Nunca hay que utilizar los deportivos, esos restan credibilidad y hablan de una persona descuidada.

4. Para las mujeres ya no es obligatorio utilizar zapatillas, un zapato tipo flat o de tacón medio puede ser la solución para eventos importantes.

5. Aunque a los millennials no les gusten los códigos de vestimenta, deben alejarse de las sandalias, playeras con algún mensaje político u ofensivo, pantalones cortos y leggings.

“No está mal que la gente decida trabajar en jeans y sudadera, el problema es que no se vea un cuidado en su arreglo personal. Hay que esforzarse y cuidar la higiene”, recomienda Roteta.

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