La microgestión parte de la idea de que la empresa es un mecanismo y cada colaborador una pieza concreta con información clara y precisa sobre sus responsabilidades, cumplir con ellas y no salir de su estatus. Lo anterior nace de la desconfianza que tienen las cabezas de grupo hacia los trabajadores al considerar que no van a hacer su trabajo como se supone, asegura Jorge Melero, cofundador de la plataforma de formación online Empresa y Propósito.
"La desconfianza suele ser inconsciente y (estos jefes) consideran que si no les ponen objetivos específicos (los trabajadores) no los van a cumplir. Si no les dices qué curso deben tomar, no se van a preparar; si no controlas sus recursos los van a despilfarrar. Eso genera desconfianza de ambas partes. Los gerentes controlan cada detalle de las personas porque 'si no te lo digo, no lo vas a hacer', pero las personas se robotizan", afirma.
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Eso sucede cuando el trabajo se da en condiciones tradicionales de oficina. La pregunta es cómo ha sido elcomportamiento ahora que el trabajo es vía remota y no hay una vigilancia presencial. Las conductas anteriores se multiplican, la gente espera que le digan qué debe hacer sin tomar iniciativa, los líderes no tienen tiempo para explicar las actividades a detalle y todo se descontrola, asegura el especialista.
"No hay otras manera de combatir mas que erradicando el problema de raíz, que es la desconfianza. Sobre todo, cuando ya se lleva a un mismo equipo durante años y se ha enraizado a todos los niveles. No se trata solo de decir a los colaboradores que hagan lo que quieran, hay que saber cómo recuperar la confianza", afirma.