Lo interesante, dice Pepe Villatoro, jefe regional de expansión en Deel, una compañía de contrataciones y pagos internacionales, es que este tipo de puestos se dan en una modalidad remota para laborar en cualquier parte del mundo. “Un beneficio que los mismos candidatos negocian y que les permite expandir sus oportunidades profesionales a nivel global”, señala.
En promedio, un diseñador de experiencias (UX), que se encarga de definir y construir las imágenes de un juego a desarrollar, con base en su conocimiento del jugador objetivo, puede percibir hasta 60,000 dólares anuales (1.2 millones de pesos). En el plan de carrera, un artista visual, diseñador gráfico o animador puede escalar fácilmente a esta posición con un salario inicial de 29,000 dólares anuales (580,000 pesos), según datos de Indeed.
Otro puesto en demanda es el de redactor de videojuegos. Su labor consiste en plasmar la historia antes y durante las primeras etapas del desarrollo. El sueldo promedio en esta posición es 60,502 dólares por año (poco más de 1.2 millones de pesos). Profesionistas en comunicación, letras, escritura, corrección de estilo y redacción creativa pueden iniciar un plan de carrera para este puesto.
Pero si lo tuyo es jugar y ya tienes un bagaje cultural en el mundo de los videojuegos, entonces podrías considerar el puesto de tester. Vidrio afirma que es una de las posiciones más accesibles de la industria. Un tester es quien prueba el producto, también aplica metodologías como A/B testing, que consiste en comparar dos versiones de una misma aplicación o desarrollo de software para comprobar cuál de las dos versiones es más eficiente. El salario promedio es de 27,893 dólares por año (557,860 pesos).
Por otro lado, Vidrio afirma que un programador de videojuegos puede percibir unos 59,218 dólares por año (1,184,360 pesos), mientras que un desarrollador C++, hasta 104,732 dólares anuales (2,094,640 pesos). Dentro del ecosistema gaming, estos son los puestos mejor pagados, ya que requieren un cierto grado de especialización.
Aquí los profesionistas son el cerebro de la operación. Por lo tanto, algunas empresas no solo ofrecen un sueldo competitivo, sino que dan certificaciones tecnológicas y bonos de cumplimiento, con tal de retener al talento.
Édgar Rojas, director nacional de Adquisición de Talento de la empresa de reclutamiento Adecco, indica que para este tipo de puestos se valoran más las competencias duras de los postulantes y la capacidad de seguir aprendiendo por su cuenta. Sin embargo, no es fácil encontrarlos, ni convencerlos.
“Hallar al talento especializado es difícil. Pero batallamos más porque entre tres consultorías nos estamos peleando al mismo candidato. El postulante siempre se va con el mejor postor”, comenta.