Nuevas apuestas
Para Francisco Martínez, CEO de Adecco en México, ninguna empresa de reclutamiento salió ilesa de esta legislación. A sabiendas que el 95% de su negocio en el país estaba en la subcontratación de personal, mientras que el 5% restante en los servicios de reclutamiento y selección, consultoría, formación y maquila de nómina, el directivo estimó una pérdida del 40%.
Y no estaba equivocado, el promedio de pérdida en la industria es del 70% y la recuperación del mercado va lenta. “Se necesitan entre dos y tres años para volver a tener los mismos niveles de ventas que teníamos”, apunta. Solo en enero, Adecco cerró trato con 100 clientes nuevos. La expectativa es mermar el tiempo de recuperación y diferenciarse como una compañía de servicios especializados.
Para ello, registró ante el Repse cinco divisiones: logística e industriales; back office, que incluye gestión de oficinas y edificios, atención al cliente y soporte administrativo; perfiles comerciales para ventas, promotoría, mercadeo y soporte de marketing; puestos tecnológicos y salud ocupacional como médicos de empresa y nutricionistas para empleados. Y a su área comercial se sumaron perfiles especializados y expertos en cada sector. Por ejemplo, la división de servicios médicos la dirige una doctora.
Manpower Group tampoco quedó exenta en la creación de nuevas unidades de negocio. No obstante, sus más de 50 años en el mercado mexicano contribuyeron a que se posicionara como una empresa de reclutamiento que buscaba los perfiles de la base piramidal en los centros de trabajo.
Alberto Alesi, director general de esta compañía para México, el Caribe y Centroamérica, revela que la reforma al outsourcing los impulsó a transformar sus servicios y mirar hacia la especialidad de perfiles, a través de nuevas divisiones de negocio como logística, ciencias de la vida y negocios profesionales.
Pero también los animó a querer enfocarse en verticales que por mucho tiempo fueron quedando guardadas en un cajón. Es el caso del reclutamiento de perfiles más altos, es decir, de gerencias medias hacia arriba. “Lo que buscamos es que no nos sigan ubicando solo como la empresa que busca a las bases de las organizaciones”, comenta.
El aumento de la informalidad
Datos de la Secretaría del Trabajo indican que más de 3 millones de trabajadores ya fueron reconocidos por sus patrones reales, como resultado de la reforma a la subcontratación.
Asimismo, al 31 de enero de 2022, el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) registró 142, 271 nuevos empleos, la cifra más alta desde que se tiene registro y considerando solo los meses de enero. Y en el último año hubo un aumento de 940,768 puestos, que equivalen a una tasa anual de 4.7%.
Pese a esto, Adecco, Kelly y Manpower coinciden que desde su trinchera sí han visto un aumento en la informalidad laboral. “(En el proceso de transición nominal) no sabemos qué pasó con 900,000 personas, pues no fueron internalizadas, pero tampoco se fueron a empresas de servicios especializados. Entendemos que muchas de ellas se fueron a la informalidad”, menciona Martínez.
La Comisión Nacional de Salarios Mínimos (Conasami) reveló que, en el tercer trimestre de 2021, el 30% de los empleados informales trabajaron para empresas que, aunque contaban con registros contables, no les ofrecían seguridad social. Además, el número de informales está 2.2% arriba del nivel pre pandemia y 14.2% arriba del nivel del tercer trimestre del año pasado. Es una realidad, según la Asociación Mexicana de Empresas de Capital Humano (Amech), la informalidad laboral impacta a más de 31 millones de mexicanos.