Los empleados tenían hasta las 5:00 de la tarde del día siguiente para aceptar o tomar un paquete de indemnización. Según los informes, alrededor de 500 empleados escribieron mensajes de despedida. Musk parece no haber anticipado esta reacción.
A medida que se acercaba la fecha límite "incondicional", comenzó a traer personal clave a las reuniones, tratando de convencerlos de que se quedaran.
También revocó su prohibición de trabajar desde casa, enviando un correo electrónico al personal que "todo lo que se requiere para la aprobación es que su gerente asuma la responsabilidad de garantizar que esté haciendo una excelente contribución".
No tuvo éxito. Tantos empleados decidieron irse que el viernes Twitter bloqueó a todo el personal fuera de su oficina hasta el lunes en medio de la confusión sobre quién todavía trabajaba allí y debería tener acceso.
Los despidos y la reestructuración son comunes en el cambio organizacional. Pero la forma en que se manejan tiene efectos significativos en los que se van, así como en los que se quedan. Si desea que los empleados se comprometan y respondan a una crisis, decirles que son flojos y amenazarlos no ayudará.
Pero, ¿qué pasa con SpaceX y Tesla, las empresas sobre las que Musk ha construido su fama y fortuna? ¿Su éxito no demuestra que es un buen líder? No tan rápido.
¿Un buen líder?
Hay una gran diferencia entre una empresa impulsada por una misión como SpaceX y una plataforma como Twitter.
Cuando hay una misión común para lograr algo extraordinario o que no se ha hecho antes, los empleados a menudo trabajarán voluntariamente muchas horas en situaciones difíciles. Elegirán ir más allá y trabajar muchas horas si se sienten alineados con el propósito de la organización o si su trabajo es importante. Pero el punto clave aquí es que ellos eligen.
Como tuiteó un empleado de Twitter después del correo electrónico "incondicional" de Musk: No quería trabajar para alguien que nos amenazó por correo electrónico varias veces diciendo que solo "los tuiteros excepcionales deberían funcionar aquí" cuando ya trabajaba entre 60 y 70 horas a la semana.
Tanto Tesla como SpaceX tienen muchos empleados descontentos, con demandas presentadas por las condiciones laborales y el estilo de gestión de Musk, quien ha sido elogiado por su pensamiento sobre el diseño iterativo y la resolución de problemas de ingeniería.
Pero las organizaciones son sistemas complejos e interdependientes, respaldados por una red de procesos de comportamiento. Entre otras cosas, la evidencia muestra que el cambio organizacional exitoso requiere: una visión clara y convincente que se comunique de manera efectiva; participación de los trabajadores; y equidad en la forma en que se implementa el cambio. La confianza en los líderes también es crucial.
Musk, el hombre más rico del mundo, aparece con prisa por convertir Twitter en un generador de dinero. Pero toma tiempo comprender los requisitos para un cambio organizacional exitoso.
Dos de cada tres de estos esfuerzos fallan, lo que genera costos significativos, una fuerza laboral estresada y la pérdida de talento clave. La gestión del cambio nunca sale según lo planeado. Es difícil saber si Musk tiene algún plan.