Si bien, algunas compañías las instalan con fines de seguridad, otras las usan como mecanismo de control en búsqueda de la productividad laboral. Esto ha generado una paranoia por parte de los empleados y aunque las cámaras se hayan colocado con buenas intenciones, el imaginario del trabajador es “me están vigilando”.
Esto no significa que no deba haber cámaras en las empresas, añade González. Todo depende de la intención y de cómo se maneje la comunicación interna. Cuando el consultor era director de la tecnológica Microsoft en México, hasta 2015, vivió una serie de robos hormiga.
“Empezaron a ‘desaparecerse’ varias cosas. La primera solución que me trajeron a mi escritorio fue que teníamos que revisar a la gente de limpieza y a los policías cuando entraban y salían de la empresa. No tienes idea del enojo que eso me produjo. Optamos por poner cámaras y vimos que eran los propios empleados los que se llevaban las cosas”, recuerda.
Cuando se le comunicó al personal que se instalaron las cámaras de video se acabaron los robos hormiga, que de acuerdo con la firma de monitoreo Verizon Connect causan una reducción de entre 25 y 30% de los ingresos de los negocios y pueden disminuir hasta un 15% el inventario de las empresas.
Sin embargo, la intención en Microsoft nunca fue vigilar a la gente, enfatiza González. “Me hubiera encantado no colocarlas porque al final los robos hormiga también reflejan un problema en la cultura organizacional”.
Las cámaras se ponen para que la gente se sienta segura, no vigilada. Pero la arquitectura de una organización moderna y humana parte de revisar constantemente sus valores y la cultura que quiere construir día con día. Y en esa revisión está atraer y retener al talento correcto, gente que comparta los valores de la compañía y que tenga un sentido de pertenencia hacia ella.
“Hoy la gente está paranóica, si pusiste una cámara para ver si tu empleado está trabajando o no, es patético. Mejor pregúntate qué necesita para hacer su trabajo y conseguir los resultados que se quieren conseguir. Pero no pongas una cámara para ver si llega o no, si trabaja o no. Hazlo parte de la empresa”, advierte Fleindl.
¿Es legal que me vigilen en el trabajo?
Andrew Richard Grepe, socio de GLZ abogados y especialista en derecho laboral, refiere que no hay como tal una prohibición de las cámaras de video en la oficina, dado que son instrumentos para la seguridad.
Sin embargo, el requisito para que la autoridad laboral acepte la videograbación es que ésta sea obtenida conforme a la legislación y no sea contraria a la moral; por tanto, se recomienda informar por escrito a los colaboradores que en el lugar de trabajo hay cámaras de video.
“Se debe precisar que van a ser grabados para velar por la seguridad del lugar de trabajo y del personal, y vigilar que los empleados se comporten con probidad y honradez y realicen adecuadamente sus tareas para las cuales fueron contratados”, dice el abogado.
Además, debe constar en el documento que el trabajador conoce que está siendo grabado y otorga su autorización para los fines señalados. Todo ello para acreditar que el sistema de vigilancia es justificado por razones de seguridad y que contempla el control de la actividad laboral idónea para lograr su finalidad.
Cuando se trata de home office, añade Grepe, el artículo 330-I de la Ley Federal del Trabajo estipula que los mecanismos, sistemas operativos y cualquier tecnología utilizada para supervisar el teletrabajo deberán ser proporcionales a su objetivo, garantizando el derecho a la intimidad de las personas y respetando el marco jurídico aplicable en materia de protección de datos personales.
“Solamente podrán utilizarse cámaras de video y micrófonos para supervisar el teletrabajo de manera extraordinaria o cuando la naturaleza de las funciones desempeñadas por la persona trabajadora lo requiera”, enfatiza.
Para Nora Taboada, coach ejecutiva, especialista en organizaciones y fundadora de la firma AFE, Liderazgo Consciente, el nuevo mercado laboral dio paso a una disyuntiva en el liderazgo, que es la gestión del talento en diversas modalidades.
“Hoy, los líderes tienen que aprender a coexistir con equipos más auto gestionados, autónomos y empoderados. La vigilancia con cámaras, por otro lado, va a seguir siendo importante porque tienen que cuidarse los bienes de la oficina. Pero 100% es recomendable que las personas sepan las razones por las que estos aparatos se colocan en los pasillos”, concluye.
