¿Cómo reincorporar a los adultos mayores en el mercado laboral?
Las empresas preparan a las personas para ser productivas y tener un proyecto de vida, que parece acabarse cuando eres viejo. Pero hoy 68,938 adultos mayores están en posibilidad de buscar empleo.
Todo cambió con su jubilación. Clelia García era profesora en la Universidad de Guadalajara y en la Universidad del Valle de Atemajac (Univa). Se retiró cuando la alcanzó la edad para poder hacerlo. Recuerda que habían pasado los primeros tres meses de la pandemia y a la incertidumbre traída por el coronavirus se sumó la de no saber qué hacer en su casa, pues desde muy joven trabajó sin interrupciones.
“Por primera vez, me vi sentada cuidando perros”, dice. “Un día, me puse a serruchar un árbol y me lastimé un brazo. Al principio es difícil porque no puedes estar tranquilo cuando toda tu vida has trabajado”.
Hoy, García es directora del área Clínica de Terapify, una firma que ofrece soporte psicológico a las empresas. La oportunidad llegó en este ambiente incierto, cuando el CEO y cofundador de Terapify, Juan Daniel Vélez, la invitó a ser parte del equipo.
Publicidad
En México, habitan 18,248,966 adultos mayores, de los cuales únicamente 68,938 están desocupados y en posibilidad de buscar una oportunidad laboral, es decir, poco más del 1% de la población, de acuerdo con cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
El Senado mexicano aprobó, a mediados de marzo, una iniciativa que busca integrar a más adultos mayores en las empresas del país. La propuesta, que pasó a la Cámara de Diputados, establece que las empresas con más de 20 empleados deberán contratar a personas mayores de 60 años y asegurar que representen al menos el 5% de la plantilla laboral. La iniciativa busca fomentar la inclusión laboral de los adultos mayores, quienes a menudo enfrentan dificultades para encontrar trabajo debido a su edad.
La vida no se acaba con la jubilación, apunta García. En el mercado laboral, se considera que un adulto mayor o baby boomer ya va de salida en las organizaciones. Peor aún, se piensa que ya no es apto para trabajar, debido a la pérdida de habilidades o deterioro físico, pero esto no necesariamente es cierto.
La capacidad de aprender
Clelia no sabía usar plataformas digitales, mucho menos contaba con una cuenta de Instagram, pero tenía una carta a su favor: siempre le ha gustado aprender y en su carrera profesional buscó actualizarse para estar al día en tendencias.
Ella se define como "una persona muy curiosa". Una vez le regalaron una orquídea y eso la condujo a investigar el cuidado de esta flor para luego ser parte de la Asociación de Orquideología. Y palabra que no conocía, la buscaba en el diccionario.
Es médico cirujano y partero por la Universidad de Guadalajara. Cursó la licenciatura y especialidad en Medicina Homeopática, la maestría en Terapia Familiar Sistémica, un máster y un doctorado en Psicología de la Salud y posteriormente otra maestría en Sexualidad y Género.
“Cuando Daniel me ofrece trabajar con él para mí fue increíble. Comencé a conocer el uso de las plataformas, programas extrañísimos como Hubspot, Motion, Canvas. Me pasaba hasta la madrugada viendo qué le pico a la computadora y diciendo a ver si no borro algo. Todavía no le agarro la onda a la tecnología como lo hacen mis compañeros de 25 años, porque tengo la limitación de que ellos ya nacieron con esto. Yo tengo que aprenderlo”, expresa.
Sin embargo, su aprendizaje fue relativamente rápido. Al cabo de tres meses, Clelia ya tenía un buen equipaje de tecnología, cuentas de redes sociales y hasta lives hechos en internet. Hoy tiene 66 años y también da clases sabatinas en La Piedad Michoacán, a nivel maestría.
¿Dónde colocar al adulto mayor?
Raúl Serebrenik, director y consultor de FECIG (Family Entrerprise Consulting International Group), considera que la experiencia que traen los adultos mayores los coloca un paso adelante en puestos estratégicos, mas no operativos, debido a la pérdida de ciertas capacidades.
“Hay esa creencia de que después de los 65 años ya es muy difícil conseguir empleo. Eso es porque somos esa generación que nos hemos quedado un poco atrás en la evolución y en habilidades que deberíamos estar desarrollando. La tecnología nos atropella”, dice.
Pero esto no significa que no sean empleables ni capaces de aprender. García refiere que cada grado que se acumula en estudios da cinco años más de vigencia cerebral. Si una persona trae un deterioro de la memoria, pero la está activando, se mantiene vigente. “Una de las cosas que apoya mucho es el contacto social y la verbalización, con eso pueden vivir más y en mejores condiciones que el que no tiene esta oportunidad”.
Imaginamos que una persona con más edad deberá estar en puestos que no requiera grandes esfuerzos, algo tranquilo y sin retos, agrega Ivonne Mijares, coach empresarial y docente de la Escuela Bancaria y Comercial (EBC). Pero cualquier persona, sin importar su edad, puede desempeñar el puesto para el cual tiene las competencias y donde podrá dar lo mejor de sí, tener retos y crecer.
Este crecimiento no debe considerarse en todas las ocasiones como una escalada ascendente de posiciones dentro de la organización. “El tipo de puesto que le vamos a ofrecer depende de las alternativas de la empresas, las competencias de la persona y sus objetivos a futuro”, apunta.
Antes de decidir las tareas que se le van a asignar a esa persona, la especialista recomienda:
1.- Conversar con el adulto mayor sobre su experiencia, su plan de carrera y los pasos que está realizando para alcanzarlo.
2.- Comparar sus expectativas con sus competencias actuales, para identificar lo que necesita desarrollar.
3.- Identificar dentro de la organización las posiciones a ocupar y las alternativas para su crecimiento y desarrollo.
La edad no es lo importante, el talento sí
Para Mónica Flores, presidente de la firma de reclutamiento Manpower Group Latam, el juego de hoy, sea la edad que tengas, está en el upskilling que busca enseñar a un trabajador nuevas competencias para optimizar su desempeño y en el reskilling, que opta por formar a un empleado para adaptarlo a un nuevo puesto en la compañía.
“El mercado laboral es eso, un mercado. Si tú sabes hacer lo que más buscan las empresas, independientemente de tu edad o género, tendrás oportunidades de encontrar un trabajo bien remunerado, las empresas están dispuestas a pagar hasta 20% más de su tabulador si encuentran al candidato ideal”, señala.
La especialista asegura que cada vez más organizaciones se están dando cuenta de que la edad no es importante, lo que importa es que sepas hacer lo que la empresa necesita. Es cierto que las organizaciones requieren competencias técnicas y especializadas, dice, pero también hay posiciones que necesitan de resiliencia, capacidad de aprender, de formar un equipo, de innovar, de liderar.
Pese a esto, aún falta cerrar brechas. Todavía se ve en las bolsas de empleo la manera en cómo están redactadas las vacantes de las empresas. En su mayoría, un factor de contratación es la edad, de hecho, establecen rangos para poder postularse y esto también se ve en la informalidad.