En una medición hecha por Lockton a 170 compañías resultó que el 51% han adoptado un modelo híbrido, donde la mayoría de los empleados trabajan dos o tres días a la semana en la oficina. El 23% ha vuelto a un modelo presencial, un 12% permite que los empleados vayan a la oficina una vez a la semana y un 8% pasó al teletrabajo.
En cuanto a la flexibilidad de horarios, el 67% de las empresas pide que los empleados informen a sus jefes al definir un horario diferente para el trabajo remoto, el 10% no exige aprobación y el 23% permite que los colaboradores lo acuerden directamente.
¿Qué pasa con la silla ergonómica y los pagas de luz e internet?
Sobre el pago proporcional de servicios, el 45% ofrece algún tipo de apoyo mensual, con un promedio de 405 pesos destinados para cubrir los insumos para el desarrollo de las actividades remotas. Sin embargo, el 80% de las empresas aún no brinda ayuda específica con respecto al mobiliario ergonómico, que según la estadística de Lockton es de 2,350 pesos en promedio.
Ricardo Barbosa, presidente de la Comisión Nacional Laboral de la Coparmex, tiene otra lectura. Asegura que las empresas agremiadas a la patronal sí han cumplido con entregar a sus teletrabajadores la silla ergonómica y están dando una ayuda mensual de entre 280 y 500 pesos, dependiendo la ciudad.
Este cálculo se realizó sin una fórmula en la norma, ya sea a través de los departamentos de cálculo o mediante la contratación de empresas especializadas en el análisis de costos. Por ejemplo, el consumo semanal de una computadora portátil durante 48 o 40 horas, el costo de iluminación con focos de 100 o 120 watts y la evaluación de mercado para determinar el costo proporcional del servicio de Internet.
“La logística ha sido complicada. Hemos visto que hay trabajadores que cuando terminan la relación laboral se están negando a regresar la computadora, el celular o las sillas y a veces regresan dañado el equipo. Es un tema relativamente generalizado en todo el país”, menciona Barbosa.
¿Y si mejor nos quedamos en un esquema híbrido?
Ivonne López, gerente de marca y experiencia del candidato en Pandapé, dice que la mayoría de las empresas en México están optando por un modelo híbrido de trabajo debido a limitaciones estructurales.
“Esta tendencia se explica en parte por la predominancia de empresas familiares y pequeñas y también por cuestiones de control y cultura organizacional. La percepción sobre el trabajo remoto varía según el tamaño de la empresa y los recursos disponibles, siendo más desafiante para aquellas con recursos limitados y una estructura organizativa más reducida, como aquellas con una sola persona en el área de Recursos Humanos”, señala.
Pese a ello, el trabajo remoto llegó para quedarse. Según la estadística de Lockton, el 34% de las empresas considera que debe haber un espacio de teletrabajo, ya sea en casa o en un coworking. El 20% permite trabajar en cualquier lugar sin restricciones, el 15% da libertad de tener a trabajadores en cualquier parte del mundo y el 25% consiente trabajar desde cualquier lugar, pero dentro del propio país.
Ricardo Barbosa respalda el teletrabajo y el modelo híbrido, convencido de su capacidad para aumentar la productividad y mejorar la calidad de vida, toda vez que los colaboradores tienen la posibilidad de comer en casa, mantener una dieta balanceada, disfrutar de descansos sin traslados, pasar mayor tiempo con la familia y practicar actividades saludables o ejercitarse.
En sus recomendaciones a empresas, Barbosa aboga por la implementación de modelos flexibles, considerándolos como una situación beneficiosa para ambas partes. En algunos casos, afirma que las empresas han ahorrado en costos de renta, invirtiendo esos recursos en tecnología para sus colaboradores.
"En todas las empresas hay alguien que hace híbrido o teletrabajo, sin importar si la empresa tiene 20 o 2,000 empleados. Y sí quiero ser muy preciso: si los empleados laboran más de 40% a distancia, las empresas tienen la obligación de cumplir. 'Es o no es'”, apunta Ricardo Barbosa.
